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Asaja Castilla y León pide a la industria que traslade al productor de remolacha la subida del precio del azúcar

A finales de septiembre, el precio del azúcar en Europa se situó en 512 euros por tonelada, lo que representa 104 euros por tonelada más que la cotización de septiembre de 2021. Sin embargo, en la denominada región 3, donde se encuentran países como España, Portugal o Italia, el precio ha llegado a alcanzar los 669 euros por tonelada, experimentando un crecimiento de 42,6% respecto a las cotizaciones de la misma fecha del año anterior.

El cultivo de la remolacha está sufriendo un imparable retroceso en Castilla y León, la principal comunidad productora de nuestro país. En la última campaña, que acaba de empezar a recolectarse, se ha alcanzado el mínimo histórico, con poco más de 15.000 hectáreas, casi la mitad de lo que se sembraba, algo muy preocupante, porque es de las pocas alternativas bien adaptada agronómicamente a todos los regadíos de la Comunidad Autónoma. El motivo de la reducción de la superficie de siembra no es otro que los bajos precios que paga la industria al remolachero, cuyas rentas se están sustentando sobre todo en las subvenciones, sin las que en ningún caso podrían haber cuadrado las cuentas mínimamente los cultivadores.

“Si hasta ahora el pretexto de las empresas para pagar poco la remolacha era que el azúcar estaba barato, ahora el argumento se vuelve en su contra, y tendrán que hacer ofertas más competitivas de cara al próximo año”, subraya ASAJA, que apunta que, de continuar este panorama de altos precios internacionales, y si la industria quisiera, “podría revertirse la situación actual del cultivo en Castilla y León, con capacidad para duplicar sin problemas la superficie sembrada en la campaña actual”.

La espectacular subida del precio internacional del azúcar debería asegurar un precio generoso para los remolacheros. Por supuesto, un precio que cubra el desorbitado incremento de los costes de producción, como obliga la Ley de la cadena Alimentaria, “pero también una retribución más amplia y proporcional a los beneficios que está reportando para las empresas azucareras, tanto a las de capital privado como a las de estructura cooperativa, los altos precios actuales del producto. Si cuando el precio internacional estaba a la baja pedían ayudas públicas y rogaban al cultivador que permaneciera con el cultivo casi como favor, ahora tienen que demostrar su verdadero compromiso con el sector agrario”, sentencia Donaciano Dujo, presidente de ASAJA Castilla y León.

 

 Fuente: Asaja Castilla y Léon

 

 

 

 

 

 

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