Esta medida se creó por las quejas de la industria de los fertilizantes de la Unión Europea. Este impuesto repercutido a los agricultores, supone anualmente más de 210 millones de euros, que salen de los bolsillos de los profesionales del campo en Europa. Con ella se ha conseguido limitar la competencia y generar escasez de de productos, lo que posibilita la especulación, y por consiguiente un aumento del precio de los fertilizantes.
Ante esta situación, el COPA-COGECA, en abril solicitó formalmente a la Comisión Europea la eliminación de esta medida. En una explotación cerealista, los costes de los fertilizantes suponen algo más del 40%. Desde el COPA-COGECA, afirman que no están en contra de las medidas “antidumping”, siempre que estén debidamente justificadas, lo cual no ocurre en este caso.
Fuente: Asaja Palencia