Esta práctica, que se incrementa en períodos como la “vuelta al cole” que suele haber un
mayor consumo entre las familias, consiste en ofrecer al consumidor productos de muy bajo precio, poniendo en riesgo la viabilidad de las explotaciones agrarias y forzando a los agricultores a reducir sus márgenes de rentabilidad. El objetivo es atraer a los consumidores a los centros comerciales para que compren también otros productos donde los márgenes de ganancia de la distribución comercial son mayores.Estas prácticas entran en contradicción con el compromiso de las grandes superficies como Carrefour, Mercadona, Eroski o BM con el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente por un funcionamiento eficiente y sostenible de las cadenas de valor de la leche y los productos lácteos, a través de la colocación de un distintivo (PLS, Productos Lácteos Sostenibles) en los productos que garantice el origen español de la leche y de los productos lácteos; y su contratación en condiciones que aseguren la sostenibilidad económica del sector lácteo español.
UAGN, exige compromiso y honestidad a la distribución comercial en su conjunto con el sector primario de modo que abandone prácticas donde la leche, el pollo, el aceite y otros productos de primera necesidad y gran consumo dejen de ser utilizados como reclamo ante el consumidor ya que fomentan una cadena alimentaria de menos valor, menos innovadora, menos competitiva y un retroceso en la calidad de vida en el medio rural que favorece el despoblamiento.