ASAJA de León fundamentará sus alegaciones en el impacto socioeconómico de esos proyectos, poniendo de manifiesto que se priva a los agricultores, la mayoría arrendatarios, de cientos de hectáreas de cultivo, lo que representará una merma de sus ingresos o en algunos casos el cese de la actividad. Por otra parte, ASAJA exigirá que no se intervenga en ninguna superficie de regadío declarada en su día de interés general de la nación, y que las líneas de evacuación no atraviesen superficies de cultivo, pidiendo se contemple la evacuación mediante líneas subterráneas.
Independientemente del cómo se salve o no el impacto ambiental, ASAJA hace un llamamiento a las Juntas Vecinales de la provincia, propietarias de los terrenos en los que se asentarán estas futuras plantas, para que hagan prevalecer el beneficio de los vecinos y no se dejen llevar solamente por el ansia de obtener unas rentas por sus terrenos muy superiores a las que puede pagar el sector primario. Los agricultores son los que a día de hoy viven en los pueblos y los defienden, lo que no ocurre con esos futuros empleos, que están por ver, que no serán de mano de obra local. ASAJA exige a la Diputación provincial que vigile que las licitaciones de arrendamientos de terrenos de la Junta Vecinal se hagan con arreglo a derecho, y que se tenga en cuenta el verdadero interés general.
