ASAJA valora estos datos como positivos, pero aún así se detecta un freno en las inversiones por los bajos precios de los productos, que comprometen la viabilidad de las explotaciones, y por los retrasos de la Junta de Castilla y León en aprobar y pagar las ayudas de modernización de explotaciones e incorporación de jóvenes al campo.
En Castilla y León se inscribieron en el año 2016 un total de 1.306 tractores nuevos, representando un incremento del 0,85% respecto al año anterior. Las tendencias en León no siempre son homologables a lo que ocurre en Castilla y León, dado nuestro carácter diferencial por el peso de la ganadería y sobre todo de la agricultura de regadío.