ASAJA Alicante, junto con la Cooperativa de Xaló, han realizado esta semana un total de 50 inspecciones ITEAF en esta localidad alicantina. El objetivo de este servicio es permitir que todos los agricultores de la provincia cumplan con la normativa existente en materia de uso sostenible de productos fitosanitarios, manteniendo los equipos convenientemente calibrados y sin filtraciones. Esta normativa exige que todos los equipos (pulverizadores hidraúlicos, hidroneumáticos, neumáticos y centrífugos; espolvoreadores, equipos de tratamientos aéreos y todos los instalados en interiores), que han sido adquiridos antes de 2011, pasen inspección antes del 26 de noviembre de 2016.
Para facilitar este proceso, ASAJA Alicante dispone de una “Unidad Móvil ITEAF” que se desplaza a todos los municipios con intereses agrarios de la provincia y explotaciones agrícolas con propósito de propiciar estas inspecciones a pie de campo, evitando así al máximo la circulación por carretera y facilitando la labor a los agricultores. Según indica el presidente de ASAJA, Eladio Aniorte, “este servicio, que lleva en marcha un año en nuestra organización, es una demanda de los propios agricultores para realizar estas inspecciones tan importantes y que los empresarios del sector no tengan que realizar largos y molestos desplazamientos y pagar unos precios abusivos de otras compañías. En 2015, la Unidad Móvil de ASAJA realizó un total de 88 IEAF en toda la provincia de Alicante y, este año, estimamos que esa cifra se va a multiplicar por 10, llegando a realizar cerca de 900 inspecciones”, explica Aniorte.
Después de Xaló, la “Unidad Móvil ITEAF de ASAJA” continuará su recorrido por toda la provincia. Durante el mes de febrero visitará las localidades de Callosa d´en Sarrià, Altea y Almoradí y, hasta el mes de julio, los técnicos recorrerán más 30 municipios de la provincia de Alicante. Todos aquellos interesados en realizar sus inspecciones pueden consultar nuestro itinerario y fechas en nuestra página web www.alicanteasaja.com.
Cabe recordar que, aunque el principal objetivo de la norma es el beneficio ambiental de la aplicación correcta de productos fitosanitarios, un buen uso de los mismos conlleva también un ahorro económico, ya que evita despilfarros y genera prácticas y costumbres positivas y eficientes.