APAG EXTREMADURA ASAJA quiere trasladar el malestar latente de los agricultores y ganaderos de la región quienes han mostrado su preocupación por que el precio de los fertilizantes, el insumo agrario cuyo coste depende directamente del precio del petróleo, se mantiene en el mismo nivel que en el último año a pesar de la importante caída experimentada por el barril de crudo.
En puertas de la sementera mucho nos tememos que como viene ocurriendo en los últimos años sea la industria en armonía con los especuladores los que mejor y antes recojan la cosecha. De hecho, el precio de los fertilizantes se mantiene en unos precios similares a cuando el barril se encontraba a unos niveles de unos 110 dólares, estando ahora a un nivel de 47 dólares/barril. Por lo tanto, aquí los números no cuadran y, más que una sospecha, la razón real que hay detrás de todo esto es la práctica de monopolio que existe en el mercado, que no permite la competitividad en los precios y provoca prácticas abusivas de unos pocos, que están haciendo su agosto a costa del mundo agrario.
De esta manera, instamos a la Comisión Nacional de Mercados de la Competencia a que tome cartas en el asunto y corte de raíz estas prácticas abusivas contra los agricultores, que ven como además de los problemas de financiación habituales no pueden ni tan siquiera respirar con una rebaja en el coste de la materia prima cuando los precios del petróleo han caído de forma tan evidente, frenando así la mejora de las perspectivas de una próxima campaña con un gasóleo agrícola más barato y todos los insumos que están relacionados con el petróleo.
La pregunta que nos lleva la actual situación es si en vez de bajada del precio del petróleo, como se están dando ahora, fuese subida, ¿repercutiría tan lentamente en los derivados en el alza de los precios? Es fácil de responder, ¡no!
Por lo tanto exigimos que los responsables políticos, desde la Autonómica al Ministerio, se impliquen de verdad en la defensa del sector ante situaciones tan llamativas como especulativas y poder frenar estos atracos al bolsillo de los agricultores.