La nueva distribución por estratos según el tamaño de las bodegas y la superficie de viñedo del sector productor, hace que se dé más protagonismo a los profesionales, a los viticultores que tienen en el viñedo la única o principal fuente de ingresos. ASAJA considera que en el Consejo Regulador deben de estar los viticultores y bodegueros que de verdad estén comprometidos con la calidad de la uva y el vino, quienes desempeñen la vitivinicultura como actividad profesional, y quienes consideren que el Consejo debe de ser una herramienta clave de apoyo a la promoción y la comercialización del vino, así como para la internacionalización de las empresas.
ASAJA espera que tras el proceso electoral que se celebrará el 2 de febrero se pueda constituir un nuevo Consejo que goce de un amplio respaldo social además de la legitimidad democrática, y que sepa tomar las decisiones más acertadas para fortalecer la propia institución y ser una herramienta de gran utilidad para el sector vitivinícola. La organización agraria ASAJA, que como ya había anunciado promueve una candidatura de productores, manifiesta su voluntad de llegar a un consenso con todas las partes implicadas para promover una candidatura única que una vez proclamada, por ser única, no requiera concurrir al proceso electoral.