El año 2011 la superficie forestal quemada en Andalucía se situó un 78% por debajo de la media de la última década (2.157,2 has frente a la media de 9.984,2 has), sin embargo, 2012 se presenta más dificultoso debido a sus particulares condiciones climáticas: un invierno seco, lluvias en primavera y altas temperaturas en verano que aumentan el riesgo de incendios. Estas circunstancias deben poner a la sociedad en su conjunto en alerta sobre todo frente a la posibilidad de grandes incendios (mayores de 500 has) causantes de desastres medioambientales irreparables y extremar las precauciones en el medio rural evitando el uso del fuego en esta época de peligro.
En el sector agrario se realizan labores permanentes de prevención con actuaciones silvícolas tales como apertura de cortafuegos o eliminación del matorral así como construcción de puntos de abastecimiento de agua en los terrenos forestales, a través de los Planes de Prevención que establece la ley. Asimismo se extreman las precauciones en el uso del fuego siguiendo la normativa autonómica que impone una serie de prohibiciones en épocas de peligro alto de incendios y unas medidas de ejecución en épocas y zonas permitidas: autorizaciones administrativas o comunicaciones, apertura de cortafuegos perimetrales, horarios limitados, dotación mínima de agua, inhibición si sopla el viento, altura mínima de las piras o fracción de los lotes a quemar, entre otras.
ASAJA GRANADA colabora a este respecto con acciones de información, difusión y asesoramiento a los agricultores y ganaderos a fin de apoyar la gestión sostenible del medio rural. Estas acciones de sensibilización promovidas por la Administración autonómica dan sus frutos pero se requiere ir más allá con políticas integrales de conservación de los montes recuperando el pastoreo como medio de control del combustible herbáceo, apostando por el uso de los productos forestales locales como la resina o el corcho o la propia madera muerta, restaurando los espacios degradados y luchando contra el abandono del medio rural. Es también tarea de todos los ciudadanos erradicar determinadas prácticas cuando se visita un terreno forestal, tales como el abandono de residuos, encender fuego, circular con vehículos a motor por caminos rurales, vías forestales o vías pecuarias. La ley las prohíbe expresamente desde el 1 de junio hasta el 15 de octubre.