ASAJA PALENCIA celebró ayer su asamblea anual con una nutrida presencia de afiliados que llenaron el auditorio de Caja España-Duero para respaldar la actuación de la organización agraria a lo largo del pasado año, y refrendar el ejercicio económico y el presupuesto para éste.
Como es habitual, el presidente provincial presentó su informe anual en el que no pudo sustraerse a la crisis y sus repercusiones en la agricultura y la ganadería. “Somos paganos de una situación que no hemos creado. No hemos tenido nada que ver con todas las tropelías cometidas por las entidades bancarias, con el beneplácito de nuestros políticos”, dijo Núñez. “Por el contrario –aseguró- nuestro sector, a día de hoy, paga lo que debe, invierte, genera empleo y riqueza, potencia y desarrolla el mundo rural y sostiene a su alrededor todo un tejido económico que genera riqueza”.
Alfonso Núñez criticó la demora en el pago de las ayudas, y lo que es peor, la desaparición de muchas de ellas, tanto de ámbito regional como nacional, tales como las dedicadas a planes de pensiones, el cese anticipado, o las ayudas agroambientales. “El relevo generacional, tan importante en la agricultura y ganadería, se ve torpedeado por las consecuencias de una nefasta gestión en nuestra Comunidad Autónoma”
En este mismo sentido, lamentó que la Junta hubiera roto el compromiso por el que se establecía una ayuda de tres euros por tonelada de remolacha producida, lo que va a suponer en Palencia una pérdida 3,6 millones de euros y va a comprometer el futuro del cultivo en la provincia.
Con la crítica a la desaparición de las ayudas a los seguros agrarios, y de los programas de formación en el sector, que van a impedir la incorporación de nuestros jóvenes al campo, Núñez terminó de dibujar un negro panorama para un sector al que se está acorralando.
Por lo que respecta a la previsión de cosecha, el presidente de ASAJA ya adelantó que este año no va a ser buena y aunque reconoció que los precios de los productos agrarios están en un buen momento, suponen un grave problema para los ganaderos que no tienen capacidad de repercutir los costes que soportan, ya que perciben precios de hace 20 años para lo que venden y pero compran los medio de producción a los precios actuales.
En este sentido, reclamó la sensibilidad de las administraciones y pidió que centren sus esfuerzos económicos en las ganaderías, con una ley de márgenes comerciales que proteja de los abusos, y que exista la posibilidad de hacer contratos que garanticen los márgenes comerciales mínimos, que es lo que hacen en otros países de la Unión Europea. “Queremos que se legisle para que el consumidor sepa de dónde viene cada lechazo y poder distinguir el criado en nuestros campos y los que vienen de Turquía, Polonia o el norte de África, o la carne que viene de Sudamérica, que no cumple los parámetros que garantizan nuestras ganaderías”.
Alfonso Núñez volvió a reclamar la autorización para quema controlada de rastrojos como la mejor fórmula para acabar con las plagas, tal y como se ha demostrado este año en el tema de los topillos.
El presidente provincial de ASAJA quiso finalizar lanzando un mensaje positivo, y apelando a la condición insustituible de los agricultores y ganaderos como generadores de alimentos. Por último, expresó el compromiso de ASAJA para trabajar sin desmayo por solventar los problemas actuales. En este sentido, indicó que en los últimos meses ASAJA ha adquirido dos oficinas y Cervera y Herrera, para mejorar la atención a sus afiliados.
Por su parte, el presidente regional de ASAJA, fue muy claro al explicar la crisis de las Cámaras Agrarias, unos organismos que dependen de la Junta pero al que no se va a dotar económicamente para que sigan funcionando. “La Junta quiere que sean las Cámaras las que echen a los trabajadores a los que la administración regional no puede pagar y que expongan su patrimonio para hacerlo”, aseguró Dujo, y añadió que lo que “no va hacer ASAJA es echar a los trabajadores ni vender el patrimonio de las Cámaras para hacerlo”. Además pidió a los presidentes de las Juntas Agropecuarias Locales que no dimitan ni vendan el patrimonio.
En cuanto a los presupuestos para el campo, el presidente regional de la organización agraria denunció que “nacen muertos” y que con ellos se condena a sectores el remolachero, el de los seguros agrícolas y ganaderos o las cámaras agrarias, porque desaparecen las ayudas. Por ello exigió al presidente del Ejecutivo que modifique los presupuestos porque “no se puede sacrificar a los sectores productivos, como es el caso del campo”.
Donaciano Dujo finalizó su intervención refiriéndose a la reforma de la PAC y la exigencia de ASAJA para que ante el nuevo periodo de la Política Agraria Comunitaria las ayudas lleguen a los profesionales, se establezcan mecanismos de intervención para que los productos tengan un valor aceptable, que se mantengan las cuotas del sector lechero y los cupos de remolacha, y que se luche contra la crisis del sector ganadero. “Si lo que producimos tuviera precios dignos, no querríamos las ayudas”, sentenció, eso sí, no sin antes animar al sector a “resistir y a seguir apostando por la explotación y por la tierra”.