APAG EXTREMADURA ASAJA alerta sobre la histórica subida del gasóleo agrícola, que se encuentra en la actualidad a unos niveles completamente desproporcionados, por encima de la barrera psicológica del euro por litro, y que provocan que el sector se encuentre aún más arruinado con las tremendas dificultades que está pasando en estos últimos meses debido a la sequía.
Por eso, esta organización agraria considera prioritario que el Gobierno Central plantee una serie de medidas urgentes, que a nuestro entender pasa por la reducción del Índice de Rendimiento Neto para IRPF del año 2011, encontrando necesario que se apliquen reducciones en la adquisición de plásticos, fertilizantes así como en los hidrocarburos, para aquellos agricultores que se encuentran en el Sistema de Estimación Objetiva, lo que supondría un ahorro importante, con el consiguiente alivio para su ya de por sí delicada situación.
Por ello, esta organización profesional agraria considera imprescindible, y más en la coyuntura actual, el reducir el IRPF para los productores agrarios, una modificación fiscal que ayudaría, al menos durante estos tiempos de crisis, a mantener numerosas explotaciones que se han cerrado en los últimos tiempos. Por eso, consideramos un grave error que el Gobierno descarte esta posibilidad.
De otro lado, consideramos imprescindible, en contra de la tesis actual del Ejecutivo, el igual las compensaciones de IVA para los agricultores (situadas ahora en el 10%) y los ganaderos (8,5%), ya que según nuestro punto de vista no se puede entrar a dilucidar, como hasta ahora, que si el gasto de consumo de gasóleo es superior en un caso u en otro, sobre todo en los últimos tiempos con las nuevas explotaciones agrícolas que se están poniendo en marcha.
Manuel Laparra, presidente de APAG EXTREMADURA ASAJA, considera a su vez muy importante que el Gobierno insista en la devolución parcial del impuesto especial de hidrocarburos para el gasóleo agrícola, y que ya se puede solicitar este año desde el 1 de abril e incluso que se amplíe el gravamen de devolución a los agricultores.
Por eso, consideramos improcedente la propuesta de la Comisión Europa, cuya nueva junta directiva está presionando para eliminar la exención de este impuesto energético al considerarla injustificada y ser contraproducente para la política de protección del medio ambiente, cuestiones alejadas completamente de la realidad del mundo agrario.