Para Antonio Luis Martínez, máximo responsable de Zeraim Ibérica, la razón del éxito comercial de Caniles se basa en la colaboración: “estamos ante la primera variedad de tomate desarrollada desde el principio en colaboración entre los productores y una empresa de semillas. Lo que en principio parecía un tomate pera con buenas cualidades para exportación, ha ido cambiando gracias a esa colaboración con los productores que han ido mejorando el manejo del cultivo y, a partir de 2013, vieron la opción de ganar cuota de mercado en otros nichos gracias al buen sabor, color, consistencia y la forma particular de Caniles”.
Todas estas cualidades para el productor y el consumidor explican el crecimiento exponencial de la producción de Caniles en los últimos años y el reto claro para el futuro es mantener este nivel de crecimiento, ganando más cuota de mercado. Para ello solo hay una fórmula, como comentó David Bodas, responsable de relaciones con la cadena alimentaria de Syngenta: “el mayor número de consumidores busca todo lo que ofrece Caniles, es decir, calidad, sabor y durabilidad, pero para ganar a otro tipo de consumidores hay que darles nuevas presentaciones y herramientas que les ayuden a sentirse diferentes cuando compran una variedad de tomate y la preparan en casa”.
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La segunda línea de trabajo es más compleja e implica años de investigación y desarrollo de nuevas variedades partiendo de los atributos de Caniles. Pilar Checa, mejoradora de tomate del equipo multidisciplinar de Syngenta en Almería, dejó buenas expectativas: “estamos desarrollando variaciones de Caniles en nuevos colores (marrones, amarillos, etc.) y con nuevos sabores (más ácidos, más dulces, etc.) que pueden ser un nuevo empujón a esta variedad y a su comercialización diferenciada con slow-packs que mezclen el Caniles original con estas variaciones para hacer más atractivo el producto a los consumidores de todo el mundo”. Desde luego, todo indica que Caniles sigue teniendo una larga vida comercial por delante.