La órden aprobada por la consellería de Medio Ambiente contiene alguna novedad que satisface al cazador. Pero, en general, cunde el desánimo ya que, cada vez hay menos facilidades y más problemas para ser cazador, y el hecho es que en solo diez años se ha pasado de más de cien mil licencias a menos de 50 mil.
La temporada se ha abierto con la veda de la caza de conejo con perros y sin armas. Y seguirá, el próximo 8 de agosto, con la media veda para casi todas las especies de aves. Por cierto, que éste adelanto sobre la fecha habitual de esta veda, que era el 15 de agosto, ha sido muy bien recibida por los cazadores.
Pero los cazadores están preocupados por el descenso paulatino del número de licencias que se sacan cada año en nuestra comunidad. En 2012, se sacron 48.000, pero sólo diez años antes eran 110.000.
Y es que, desde la Federación de cazadores señalan que, han ído desapareciendo las subvenciones que recibían, también las que se destinaban a la regeneración de zonas devastadas por el fuego, pero lo peor es que, incluso se les ha retirado la gratuidad de las licencias a los jubilados y pensionistas, que existía hasta este año.