diciembre 13, 2018

Los citricultores denuncian que están vendiendo en el campo por debajo de costes y que la comercialización se encuentra casi parada en un momento crucial de la campaña temprana

La guerra del cava vuelve por Navidad. El Ministerio de Agricultura ha propuesto formalmente, a través de un documento que prevé aprobar en pocos días, limitar al máximo la autorización de nuevas plantaciones de uva destinada a la elaboración de cava.

ASAJA Jaén considera que la comercialización de aceite en el pasado mes de noviembre es aún escasa y que se corresponde con el retraso en la cosecha. Los datos provisionales de la AICA indican unas salidas al mercado de 110.000 toneladas y una producción nacional de 102.000, de las que tan sólo 12.644 toneladas fueron de Jaén. En cuanto a las existencias a finales de noviembre, se cifraron en 268.350 toneladas. Luis Carlos Valero, gerente y portavoz de ASAJA-Jaén, es fundamental que en el mes de diciembre se incrementen las salidas al mercado, ya que será en este periodo, y siempre que la climatología lo permita, cuando se podrá comprobar la capacidad comercializadora de nuestro mercado en una campaña en la que se prevé una excelente cosecha.

Las lluvias han hecho que muchos agricultores dejen para el último momento las decisiones de siembra y, derivado de ello, se ha retrasado también la suscripción del seguro agrario. Avanzando diciembre, todavía la sementera no está resuelta, y el plazo inicial de contratación del seguro, el próximo día 20, se queda muy corto. Por ello, en una carta dirigida al director de Producción Agropecuaria, Óscar Sayagués, ASAJA pide a la Junta que transmita desde nuestra comunidad autónoma la petición de que este plazo sea ampliado, cambio que debe aprobar ENESA, la Entidad Estatal de Seguros Agrarios (ENESA).

Asaja Córdoba, junto con la Fundación Caja Rural del Sur, organizaron ayer la IV Jornada Técnica de Vacuno Extensivo donde se puso de manifiesto el control de la tuberculosis animal y la problemática que supone la infección en especies silvestres como el jabalí, que actúa como reservorio. Esto supone un serio problema para los ganaderos de vacuno en extensivo, que “tienen que intentar erradicar la enfermedad de sus explotaciones, soportando un enorme coste económico”.