En general, los daños en fruta dulce oscilan entre el 15% y el 40% en la zonas menos afectadas, y entre el 50 y el 80%, puntualmente hasta el 100%, en las zonas más afectadas, como el municipio de Torres de Segre.
Los cultivos afectados fueron las plantaciones de nectarina y melocotón, principalmente las variedades más próximas a la cosecha, así como las variedades de pera y manzana, de piel más sensible.