Quienes SomosAviso LegalContacto

Siembra

 

Tanto en la siembre de Otoño como de Primavera, una buena siembra requiere una buena preparación del terreno y que la sembradora esté regulada y calibrada. La densidad de siembra depende de la especie y variedad que se cultive, así como las condiciones climáticas que se den en el momento de siembra. Se debe tener en cuenta el coeficiente de germinación de la semilla, profundidad adecuada, estado del suelo y momento de siembra, pues todo ello determinará las pérdidas de semillas, dato importante para ajustar la dosis.
 
En cuanto a la separación entre líneas, se adaptan a un rango amplio debido a la raíz fasciculada. Una separación entre líneas mayor que la separación entre plantas provoca más competencia entre raíces, pero favorece la penetración de luz en la cubierta y facilita otras labores de cultivo. En la sembradora varía entre 10 y 30 cm, y según algunos ensayos, la relación entre la distancia entre líneas y la distancia entre plantas debe ser igual a 4.
 
La profundidad depende del tamaño de semilla, el suelo, la humedad y las condiciones climáticas. Además, influyen  el ahijamiento, el vigor de la planta y su resistencia al frío, pues a mayor profundidad hay más sensibilidad al frío.

Profundidad y método de siembra

Cuanto menos profundo se siembre más pronto emergerán las plántulas y podrán comenzar las actividades fotosintéticas y, por lo tanto, más temprano comenzará el ahijado. La profundidad de siembra adecuada es aquella que coloca la semilla donde pueda absorber agua para la germinación y no desecarse posteriormente. Si hay problemas con pájaros, entonces a menudo hay que sembrar más profundo. Si bien las plántulas de algunas variedades pueden emerger desde 5 cm de profundidad, esto puede ser demasiado profundo para algunos genotipos modernos que tienen coleoptilos cortos.

Causas de los problemas de la siembra y de la emergencia
 

  • Muchas de las semillas están muertas antes de la siembra o tienen escaso vigor. Controlar las causas en las secciones Cómo mejorar la cama de semillas  y Viabilidad de las semillas.
  • La siembra a voleo requiere más semillas para corregir una distribución irregular.
  • La siembra si es demasiado profunda para una cierta variedad y los coleoptilos son demasiado cortos, no llegaran a la superficie. Medir la longitud del tallo entre la semilla y la superficie del suelo y compararla con la profundidad de siembra recomendada para la variedad.
  • Las semillas si se siembran en un lecho de siembra que es secó dará lugar a una germinación desigual.
  • Las semillas no se distribuyeron uniformemente antes de cubrirlas con el suelo, tal vez sembradas al voleo por un agricultor con poca experiencia.
  • Las semillas se sembraron demasiado superficialmente y fueron desenterradas por pájaros o comidas por insectos.
  • Se sembró demasiado tiempo después de la labranza permitiendo el establecimiento de las malezas (pág. 64) y su competencia por recursos con las plántulas.
  • Llovió intensamente después de la siembra y la superficie del suelo se encostró.
  • Qué hacer para solucionar los problemas en la emergencia
  • Revisar los problemas del lecho de siembra y de la viabilidad de las semillas.
  • Seguir las recomendaciones para la densidad de siembra en la región.
  • Controlar que la profundidad de siembra de la sembradora sea la adecuada para la variedad.
  • Usar métodos de “labranza mínima” o “sembrar directamente” sobre los residuos del cultivo anterior (este factor depende mucho de la región).
  • Añadir una cubierta de residuos libres de enfermedades para mantener húmeda y fresca la superficie del suelo durante la emergencia de las plántulas y prevenir la formación de costras; también puede reducir las pérdidas causadas por los pájaros, los roedores y los insectos. Aunque la cubierta de residuos vegetales puede aumentar los rendimientos en cerca del 10 por ciento, no siempre es físicamente posible o económicamente viable (lo normal es no llevarlo a cabo).


Momento óptimo de siembra

Para cada localidad hay una fecha óptima de siembra determinada principalmente por las condiciones climáticas y por la disponibilidad de tierra y riego, y también por la variedad a ser usada y el probable momento de la aparición de enfermedades importantes en la región. La mejor fecha de siembra es aquella que produce los más altos rendimientos dentro de las limitaciones locales. Usualmente se calcula por medio de una cuenta regresiva desde el momento de la antesis. Una vez que se haya determinado la mejor fecha de siembra, cualquier demora en la misma reducirá el rendimiento. La pérdida de rendimiento será por lo general mayor en las regiones más calurosas.

La variedad más adecuada será aquella que ajuste mejor sus etapas de desarrollo al clima de la región. Al decidir la variedad y calcular la fecha de siembra hay que tener en cuenta los siguientes riesgos:
 

  • Evitar las heladas desde la emergencia de las espigas hasta el inicio del llenado del grano.
  • Evitar temperaturas altas durante la antesis y el inicio del llenado del grano.
  • Evitar el tiempo nublado o con lloviznas desde dos semanas antes a una semana después de la antesis (en este período la radiación solar debería ser alta).
  • El riego deber estar disponible desde la elongación del tallo pasando por la antesis hasta el momento del llenado del grano (en caso de que exista riego).
  • Evitar las variedades que espigan muy rápidamente antes de producir el ahijado, excepto cuando la duración de la campaña requiera un cultivo de muy corta duración.
  • Hay que pensar no sólo en el cultivo que está en el campo sino en el mejor compromiso que considere la fecha de siembra de todos los cultivos de la rotación de tal modo que optimice la producción anual.