Mediante el cruzamiento y la selección asistida por marcadores moleculares se obtienen variedades de arroz tolerantes a la sequía, la salinidad o la inmersión.
Más de mil millones de personas en el mundo, es decir, una de cada seis, padecen desnutrición. Los países en vías de desarrollo sufren periódicamente hambrunas a causa del encarecimiento de materias primas y alimentos. El arroz, el cereal más consumido del mundo y fuente principal de energía para más de la mitad de la humanidad, se halla en el centro de esta crisis permanente. En 2008, su valor aumentó de 350 dólares a más de 1000 dólares la tonelada en pocas semanas.
Sin embargo, la producción mundial de arroz se ha triplicado durante los últimos 40años gracias a la Revolución Verde. Este gran programa iniciado en los años sesenta combinó la selección de nuevas variedades productivas y los cultivos intensivos de regadío. Ello permitió adaptarse al fuerte crecimiento demográfico y garantizar en parte el suministro de alimentos. De este modo, entre 1966 y 2000, mientras que la población de los países pobres creció un 90 por ciento, la producción mundial de arroz aumentó un 130 por ciento, con un incremento medio de arroz disponible por persona del 18 por ciento.