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El consejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Borja Sarasola, inauguró hoy en el Ateneo de Madrid un encuentro nacional de investigadores que liderados por la Comunidad de Madrid están desarrollando un proyecto para identificar todas las variedades de vid presentes en España. El objetivo es caracterizarlas para facilitar a los productores la materia prima más adecuada a sus necesidades de producción, potenciar la competitividad del sector y asegurar además así la supervivencia de todas las variedades, sobre todo aquellas actualmente en desuso y que, sin embargo, están referenciadas como capaces de producir vinos de gran calidad.
El proyecto cuenta con la participación de 25 centros de investigación de las 17 comunidades autónomas y un total de 71 investigadores para la identificación de 1.728 accesiones de vid, de forma que sea posible establecer una clarificación definitiva de la diversidad de variedades existentes en España, muchas veces confusa a causa de sinonimias u homonimias que varían en función de la localización geográfica.
“El estudio de las variedades autóctonas resulta esencial para hacer nuestros vinos más competitivos y dotarles de personalidad propia en un mundo cada vez más globalizado. Las variedades son un patrimonio fundamental y un recurso potencial para mejorar y enriquecer nuestra cultura vitivinícola y, por tanto, nuestra economía”, manifestó Sarasola.
Este encuentro constituye un evento de gran importancia científica y económica. Se trata de un proyecto que pone a España a la cabeza de la conservación de la vid en todo el mundo y sitúa a la Comunidad de Madrid como líder en la investigación en la materia a escala nacional. Pretende dar solución a una de las grandes preocupaciones en el ámbito vitivinícola mundial, como es la fuerte disminución del número de variedades de vid cultivadas y la desaparición de otras.
“Esto –añadió el consejero- conlleva lamentablemente una erosión genética del cultivo y, como consecuencia, un grave peligro de extinción de las variedades autóctonas. El conocimiento de la diversidad genética existente es una prioridad a la hora de abordar su conservación y estudio”.
Investigación al servicio del sector Actualmente, España es el primer país del mundo en superficie plantada de viñedo, con cerca de un millón de hectáreas, y el tercer país en producción de vino. El Gobierno de la Comunidad de Madrid considera que la oportunidad de futuro del sector vitivinícola regional radica en el mejor conocimiento de sus potencialidades, de ahí su apuesta por la I+D+i y la investigación aplicada a través del Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario (IMIDRA), liderando una transferencia tecnológica que se materializa en un total aprovechamiento por parte del sector primario de los conocimientos y avances alcanzados por este organismo regional.
En la Comunidad de Madrid hay más de 12.000 hectáreas dedicadas al cultivo de la uva para la producción de vino, de las cuales 8.390 pertenecen a la Denominación de Origen Vinos de Madrid. El impulso de esta denominación queda patente tanto en los premios y reconocimientos cosechados por sus 44 bodegas como en la evolución de las cifras. En total,la campaña 2012-13 se ha saldado con 3,6 millones de botellas comercializadas, un incremento del 2,4% en relación con la anterior campaña. Los principales destinatarios de las ventas han sido EE.UU.
(43%); China (26,1%); Alemania (14,88%); Bélgica (2,4%); Suiza (2,29%); México (2,03%); y Japón (1,93%). El continente americano y Asia reciben, respectivamente, un 46,1% y un 28,2% del vino madrileño con denominación de origen exportado, y la UE se queda con el 22,14%.
