ASAJA GRANADA cree que la aplicación de la convergencia acelerada de los derechos de pago base que establece el mal llamado decreto de transición no es otra cosa que una declaración de intenciones del Gobierno de España para la implantación de un modelo de tarifa plana para el reparto de las ayudas que no tiene en cuenta la diferenciación de cultivos ni la rentabilidad de las explotaciones, y que, claramente perjudica a Andalucía y a Granada. El guion de las negociaciones de la nueva PAC tendría que cambiar casi por completo y contar con el sector andaluz para estudiar y consensuar el modelo y, así, reconducir la situación.


El Real Decreto de Transición para la aplicación de la PAC en 2021 y 2022, previo a la entrada en vigor de la reforma en 2023, nos ha traído una convergencia de los Derechos de Pago Básico hacia el valor medio de las regiones productivas del 80% en estos dos años, cuando Bruselas recomienda una convergencia gradual del 75% hasta 2026, hecha, por tanto, de forma abrupta, sin límite de impacto en la renta individual de los agricultores y ganaderos y sin venir siquiera acompañada de estudios de impacto que analicen su repercusión territorial y sectorial. Nos obsequia, además, con una primera reducción del presupuesto del 2,01% en estos dos años, que implica una primera modificación de los importes de las ayudas, teniendo en cuenta que con el nuevo Marco Financiero Plurianual (2021-2026) ya se parte respecto del anterior de una reducción previa del 10% en términos reales (4.742 millones de euros de pérdidas para España y 1.289 millones para Andalucía y 100 millones para Granada).

El mal llamado documento de transición creemos que no es otra cosa que una declaración de intenciones del Gobierno de España para la implantación de un modelo de tarifa plana para el reparto de las ayudas que no tiene en cuenta la diferenciación de cultivos ni la rentabilidad de las explotaciones, y que, claramente perjudica a Andalucía y a Granada, lo que ha puesto de acuerdo para su rechazo a todo el sector andaluz. Se ha aprobado, además, con total oscurantismo, sin diálogo ni consenso con el sector, y mucho tendrá que cambiar el guion de las negociaciones de la nueva PAC con temas importantes todavía por decidir, como la definición de agricultor genuino, el número de regiones productivas, la desaparición de los derechos históricos, las superficies admisibles, entre otros, para consensuar el modelo y revertir la situación. No tenemos muy claro que la visita del presidente del FEAGA hoy a Granada, coincidiendo con otras visitas de representantes por toda Andalucía, sea en esta línea y mucho nos tememos que venga a vendernos las “bondades” de la nueva PAC, que no son precisamente eso, y a intentar desmovilizar al sect


Fuente Asaja Granada