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Con los datos proporcionados hoy en la Comisión Provincial de Estadística agraria reunida en el Servicio Territorial de Agricultura y Ganadería de la Junta de Castilla y León, en la provincia de León la cosecha de cereales de invierno (trigo, cebada, avena, centeno y triticale) se reducirá de forma considerable a pesar de haber aumentado la superficie de cultivo. Con previsión de revisión a la baja cuando haya datos más fiables de cosecha, se estima una producción de 324.987 toneladas, producidas en 107.389 hectáreas, de ellas el 27% en tierras de regadío.


Comparado con el año anterior, habiendo un 7% más de superficie, la producción se ha reducido un 11%. Dado que las siembras en regadío son el 27% de la superficie total, la caída de los rendimientos se atenúa, pero si se tienen en cuenta únicamente las siembras en secano, los rendimientos se reducen el 31% respecto a los del año 2021. En regadío se estima que los rendimientos serán también inferiores a los habituales, pero habrá que confirmarlo más adelante ya que el ciclo del cereal de regadío va más retrasado.

Si se compra con la media de los cinco años anteriores (2017-2021),  la superficie de 2022 es casi un 3% superior y la producción un 6% inferior.

En los últimos seis años, en la provincia de León,  ha habido una cosecha muy buena - la de 2018-, una muy mala -la de 2017-, dos buenas -2020 y 2021-, y dos malas -2019 y 2022-.

La pérdida de cosecha se ha debido a la sequía que ha sufrido el cultivo a lo largo de todo su ciclo, comenzando por los meses de invierno, pero sobre todo a las dos olas de calor  sin precedentes para la época del año, y a la falta de precipitaciones, salvo alguna tormenta aislada, desde primeros de mayo hasta mediados de junio.


Fuente: Asaja Castilla y León

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