Los agricultores sevillanos se movilizarán el lunes en contra de la ratificación del acuerdo comercial con Mercosur
16 - 12 - 2024- Hay un evidente riesgo de saturación del mercado y de pérdida de ingresos, por la afluencia de productos de bajo coste procedentes de los países del Mercosur, lo que amenaza directamente la viabilidad económica de muchas explotaciones y pone en entredicho nuestro modelo de producción
- Una delegación de agricultores y ganaderos de Sevilla convocados por ASAJA mostrarán el lunes su rechazo a la ratificación del tratado comercial entre la Unión Europea y Mercosur y participarán en el acto de protesta convocado a las puertas del Ministerio de Agricultura, cuyo titular ha sido uno de los máximos defensores de un acuerdo desfasado, problemático y desequilibrado que, de ratificarse, tendrá unas consecuencias tremendamente negativas para todo el sector agropecuario europeo.
- Sectores como la ganadería, especialmente el vacuno, el arroz, los cítricos, la remolacha y los cereales, básicos para la economía agraria de la provincia de Sevilla, se verán afectados desde el primer minuto, mientras que otros con la aceituna, el resto de sectores ganaderos y las frutas y hortalizas se verán también afectados en un corto periodo de tiempo ante la potencialidad de la agricultura de Mercosur carente de cualquier tipo de control, límite o restricción.
- Este tratado agravará la presión económica que ya soportan numerosos agricultores y ganaderos que lidian constantemente con los elevados precios de los insumos, la multiplicación de normas y restricciones, las innumerables trabas burocráticas y las difíciles condiciones climáticas.
- Competencia desleal
- La realidad es sobrecogedora: los países del Mercosur no cumplen con las normas de producción que se exigen a la agricultura de la UE, ya sea en lo relativo a los productos fitosanitarios, al bienestar animal, las normas estrictas de seguridad alimentaria o a las prácticas sostenibles. Los países del Mercosur juegan con normas laborales y de seguridad más laxas, por lo que pueden producir a un menor coste, lo que genera una competencia desleal con respecto a los productores de la UE.
- Con su apoyo, la Comisión Europea actúa de forma incoherente. En la legislatura anterior, la CE asfixia con más restricciones y normativas a nuestros productores y ahora, apenas iniciado su segundo mandato, da prioridad a este acuerdo injusto.
- El capítulo agrícola del acuerdo está significativamente desequilibrado, porque afecta negativamente a sectores sensibles (carne de vacuno, aves de corral, remolacha, cítricos y arroz) muy vulnerables a las perturbaciones del mercado. Tiene un impacto comercial negativo que aumenta el daño que ya se le inflige a nuestra agricultura con los acuerdos ya firmados (Marruecos, Egipto, Nueva Zelanda…) y con los que aún están pendientes de firmar (Ucrania, India o Tailandia).
- Hay un evidente riesgo de saturación del mercado y de pérdida de ingresos, por la afluencia de productos de bajo coste procedentes de los países del Mercosur, lo que amenaza directamente la viabilidad económica de muchas pequeñas y medianas explotaciones de la UE y pone en entredicho nuestro modelo de producción.
- Además, las prácticas agrícolas de los países del Mercosur están relacionadas con una importante deforestación, lo que socava los esfuerzos medioambientales globales.
- El acuerdo, sin embargo, aún no está definitivamente aprobado, deber ser ratificado por el Consejo de ministros de la Unión Europea, por el Parlamento Europeo, y posiblemente también por los Parlamentos nacionales de cada Estado Miembro. Por tanto, ASAJA-Sevilla va a ser especialmente beligerante en los próximos meses, que son cruciales para conseguir que este acuerdo no se ratifique.
- Cualquier avance en la apertura comercial que no aborde adecuadamente las cuestiones de las diferentes normas de producción y la igualdad de condiciones con Mercosur, enviaría un mensaje negativo a todos los agricultores y ganaderos españoles y europeos, socavaría la ya frágil confianza construida tras las tractoradas de principios de año y dejaría en evidencia a una clase política que lleva ya demasiado tiempo utilizando la agricultura como moneda de cambio en sus acuerdos comerciales.
Fuente: Asaja Sevilla