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La Interprofesional Española de la Naranja y la Mandarina, Intercitrus, celebra el acuerdo de suspensión de aranceles durante cinco años entre EEUU y la UE, lo que permitirá recuperar las exportaciones a EEUU de los productos españoles afectados, entre los que se encontraban los cítricos españoles. Dichos aranceles fueron impuestos por ex vicepresidente Donald Trump, como consecuencia de la guerra comercial entre los gigantes aeronáuticos, Boeing y Airbus, e imponían a nuestros productos un 25% del gravamen, lo que supuso un desplome en la exportación de nuestras clementinas y mandarinas al mercado estadunidense del 26%.


Intercitrus, la Interprofesional Española de la Naranja y la Mandarina, valora positivamente el acuerdo conseguido ayer entre la Unión Europea y Estados Unidos que suspende por cinco años los aranceles a la exportación de cítricos españoles con destino EE.UU. Unas tasas que fueron impuestas por ex vicepresidente Donald Trump en octubre del 2019, como consecuencia de la guerra comercial entre los gigantes aeronáuticos, Boeing y Airbus y que imponían a nuestros productos un 25% del gravamen, lo que supuso un desplome en la exportación de nuestras naranjas y mandarinas al mercado estadunidense del 26%.

Atendiendo a los datos barajados por la US International Trade Commission (USITC) –el organismo estadounidense que se encarga de recoger los datos de importación de EE. UU.–, por ejemplo, en la campaña 2010/2011 se exportaron 60.783 toneladas de clementinas y mandarinas españolas a Estados Unidos, mientras que en la campaña 2019/2020 se desplomó hasta las 45 toneladas. La clave para la expulsión de las clementinas españolas del mercado estadounidense ha sido, sin duda, el arancel adicional del 25% ad valorem sobre este producto introducido por el Gobierno de EE. UU, justo antes del inicio de la campaña de exportación 2019/2020.

“El fin de estos aranceles supone la reactivación inmediata de las exportaciones al que, después de Europa, había sido hasta el 2019 nuestro segundo mercado principal. Sin duda, un destino estratégico para las exportaciones españolas de naranjas y mandarinas. Por ello, estamos ante una buena noticia y supone un respiro que pone fin a una injusticia histórica por desleal y arbitraria, dado que EE.UU decidió castigar con la imposición de esta tasas al sector de cítricos españoles, asestando un golpe a donde más duele, al sector más frágil: la agricultura, convirtiendo con su decisión a los agricultores y comercializadores en víctimas de una situación, sin ninguna relación directa con el conflicto que originó las represalias”, denuncia el presidente de Intercitrus, Ramón Espinosa.

Revisión Acuerdo con Sudáfrica

Asimismo, y ante la inminente revisión del acuerdo comercial con Sudáfrica, que tendrá lugar en octubre a razón del cumplimiento de los cinco años de su entrada en vigor, Intercitrus solicita una investigación exhaustiva del tratado, puesto que las importaciones de cítricos sudafricanos a la UE han registrado una escalada imparable, registrando un aumento de un 30% en relación a la media de las cinco últimas campañas. En naranjas, han alcanzado el 50% del millón de toneladas extracomunitarias y en pequeños cítricos, durante 2020 superaron las 180.000 toneladas (36% del total importado).

Pero una de las mayores preocupaciones del sector productor en estos momentos con respecto al resultado del acuerdo con Sudáfrica, es que ellos han crecido exponencialmente, no solo en comercialización y exportación, sino en potencial productivo. Y es que, durante el periodo 2012-17 dicho país plantó más de 10 millones de plantas de variedades tardías de pequeños cítricos y más de 4 millones de plantas de naranjas tardías.

“Observamos que la política que está llevando a cabo la Unión Europea con los acuerdos comerciales con terceros países debe mejorar. El primer problema que tenemos es con Sudáfrica, un socio privilegiado, con unas ventajas comerciales y fitosanitarias que aquí no tenemos, lo que nos provoca una competencia desleal gravísima y que, encima, su importación se solapa con nuestra campaña durante cuatro meses, lo que supone el hundimiento de los precios de muchas de nuestras variedades más tempranas y la rotura del inicio de la campaña...

Por lo que exigimos una revisión y unas condiciones que restrinjan el acceso al mercado europeo de los cítricos de Sudáfrica, dadas las graves repercusiones económicas que está teniendo sobre nuestra citricultura. El nuevo acuerdo UE-Sudáfrica debe ser notablemente más restrictivo”.

Asimismo, Intercitrus insiste en la necesidad de un control férreo en los puertos de entrada de mercancías a Europa y la implementación de los tratamientos de frío para la fruta, ante la incesante llegada de productos con plagas o tratados con productos fitosanitarios aquí prohibidos hace más de 20 años por ser dañinos para la salud y el medio ambiente. “Los puertos europeos no pueden seguir siendo un coladero que pongan en serio peligro la salud de los consumidores y las producciones citrícolas de nuestro país. Si esto está ocurriendo es responsabilidad de la Unión Europea, por lo que es urgente establecer un plan de vigilancia fitosanitario para evitar la entrada de nuevas plagas”, denuncia Espinosa.

En el contexto de los acuerdos comerciales que firma la UE con terceros países, desde Intercitrus solicitamos un mayor rigor en el cumplimiento de las normas y la aplicación del Principio de Preferencia Comunitaria. “Egipto ha duplicado su producción en los últimos años y se ha convertido gran productor Mediterráneo, siendo su principal mercado: Europa. Con Turquía el problema está por venir, pues han plantado más de 10.000 árboles en los últimos seis años y coincidirá en campaña con la nuestra”, asevera el presidente de Intercitrus.

Por último, Intercitrus considera inaplazable encontrar una vía de acuerdo con Rusia que termine de una vez por todas con el veto ruso, un embargo alimentario que está costando anualmente pérdidas agroalimentarias por valor de 142 Millones de €. “Con la solución EU-EE.UU, queda demostrado que es cuestión de trabajo, negociación y acuerdos el acabar con el veto ruso, sanción que lleva aplicándose ya 6 años y se ha prolongado uno más. Apelamos a la UE para que active urgentemente las negociaciones con Rusia, puesto que como ya dijo su presidente, Vladímir Putin, esta medida ya no es una sanción, sino un medio proteccionista del mercado agroalimentario ruso, con lo que consideramos que la situación está abierta a acuerdos”, matiza el presidente de la Interprofesional Española de la Naranja y la Mandarina.

 


Fuente: INTERCITRUS