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Un tiempo benigno y el propio trabajo de los agricultores y ganaderos ha permitido al sector salir adelante en un año inédito y extremadamente complicado, marcado por la irrupción de la Covid-19. Contra la caída de otros sectores económicos, en el campo se ha seguido trabajando, pero no tanto cobrando por los productos, con un mercado comprometido por el hundimiento de la demanda, por las severas limitaciones marcadas por la pandemia.



Asaja de Castilla y León presentaba hoy su balance del año agrícola y ganadero, con la asistencia del líder nacional de la organización, Pedro Barato, que ha acompañado en la rueda de prensa al presidente regional, Donaciano Dujo, y al provincial, Juan Ramón Alonso.

Para la organización, 2020 ha puesto a prueba la resistencia y profesionalidad del sector agrario y ganadero, “prueba que ha superado con nota. Comenzamos el año saliendo a la calle, en una protesta que rápidamente se extendió por toda España, y en cuestión de días tuvimos que parar unas justas reivindicaciones para centrarnos en trabajar para garantizar la alimentación de nuestro país”, ha señalado Donaciano Dujo.

Desde el punto de vista productivo, el año 2020 ha sido favorable climatológicamente hablando, lo que ha permitido el crecimiento de las producciones de cereales y forrajes, lo que, unido al sostenimiento e impulso exportador del sector porcino, ha permitido mantener la renta agraria global, gracias también a una cierta contención en los insumos, salvo el caso de los piensos, que se han encarecido. “Pero eso no debería ser motivo para que el ministerio presuma de ello, porque en nada se debe al apoyo de los políticos, sino al trabajo de los profesionales del sector”, ha destacado Pedro Barato, advirtiendo que detrás de las grandes cifras hay sectores ganaderos y también agrarios que tienen graves problemas de supervivencia, agudizados durante la pandemia. “No es que el campo haya ido bien este año, es que la economía de otros sectores se ha desplomado a niveles nunca vistos, pero eso no debe desviar la atención sobre los problemas estructurales que afectan al sector agrario y ganadero, como son los precios”, ha puntualizado el presidente nacional de ASAJA.

Aunque la pandemia ha causado problemas en todos los sectores, los más perjudicados por la caída de la demanda, principalmente por los cierres y limitaciones en establecimientos de hostelería y restauración, han sido dos tan importantes para nuestro territorio como son el ovino y caprino y el vacuno de carne, aunque también se han visto afectadas las ventas de porcino ibérico, cochinillo, patatas y, por supuesto, el vino. “No solo han sufrido una caída importante de los precios, es que ha habido problemas para comercializar, que se han tratado de paliar, al menos en una pequeña parte, incrementando otros canales, como la venta directa y online, o potenciando la exportación”, ha indicado Donaciano Dujo.

Un 2021 intenso

Respecto a las expectativas para 2021, el sector comparte con el resto de la sociedad un deseo principal: que la vacuna cumpla las expectativas y logre contener la pandemia, no puede haber un objetivo de mayor calibre que ese, para todos. “Solo la recuperación de la normalidad en las relaciones sociales podrá sustentar una total recuperación del consumo”, ha indicado el presidente de ASAJA Castilla y León.

Ya dentro del ámbito agrario, hay que destacar que se acerca la nueva PAC, que determinará la política agraria europea de esta década, y que preocupa a ASAJA, porque propone un sistema que quiebra el equilibrio entre producción y protección, limitando o incluso poniendo en riesgo la soberanía alimentaria europea. En 2021 se conocerá la Estrategia nacional que determinará cómo se aplica en España, y que además marcará los importes y las condiciones de las ayudas para los productores de cada comunidad autónoma. En este punto, Pedro Barato ha señalado que “las ayudas de la PAC son ayudas económicas, no sociales, por lo que deben dirigirse a los profesionales de la agricultura y ganadería, que en ningún caso pueden ver mermado el apoyo que reciben”. También le preocupa a la organización que la nueva PAC se dote de los instrumentos precisos para controlar que las importaciones que llegan a la UE procedentes de países terceros respeten la reciprocidad en el cumplimiento de requisitos sanitarios, de calidad y de protección medioambiental, “cosa que actualmente no ocurre, dejando a los productores europeos indefensos”, ha criticado el presidente nacional de la OPA.

También ha expresado Donaciano Dujo su preocupación por los fondos comunitarios para la recuperación económica que llegarán a nuestro país. “En la distribución de estas partidas se debe tener en cuenta que el sector agrario y ganadero está constituido por miles de pequeños autónomos. No puede ser que ese dinero lo capten solo grandes compañías, porque eso acentuaría los desequilibrios y los abusos que tratamos de corregir en la cadena de valor.” Para ASAJA, esas ayudas tienen que ser aprovechadas por Castilla y León para posicionarse como potencia agroalimentaria, para fortalecer y modernizar sus estructuras y ampliar sus mercados, pero tiene que garantizarse que industrias y distribución se comprometan con el territorio, que se provean de materia prima de los productores locales. Lograr precios justos va a seguir siendo nuestra principal batalla”.




Fuente: Asaja de Castilla y León


Se adjunta el Balance 2020


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