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ASAJA destaca en su balance del año que, a pesar de demostrar el carácter luchador del sector durante un año marcado por vaivenes socioeconómicos, los agricultores y ganaderos prosiguen con una rentabilidad mínima poniendo en entredicho la viabilidad de las explotaciones.


Esta campaña tan atípica ha llegado a crear una controversia entre el agricultor y el consumidor. Las etiquetas de nuestros productos hortofrutícolas marcan unos precios más elevados de lo habitual, que podrían haber llevado a los consumidores a una errónea percepción de como realmente ha funcionado la campaña; por lo que cabe destacar que el inasumible incremento de los costes ligado a las diferentes inclemencias meteorológicas entre otras cuestiones, habrían motivado el cierre de otro año con los números sin cuadrar.

En líneas generales, “2022 no ha sido un año fácil para la agricultura de la provincia. El desmesurado incremento de los costes de producción y de los insumos; las negociaciones y desacuerdos para la nueva PAC, la inestabilidad en los precios en origen o la falta de agua, han vuelto a formar parte de la actualidad del sector”, señala la presidenta provincial, Adoración Blanque.

De esta forma, desde ASAJA-Almería destacamos nuestra presencia en concentraciones y reivindicaciones como muestra de la complicada situación que ha atravesado el sector este 2022. Así, agua, PAC, precios y costes de producción han sido los protagonistas de los actos reivindicativos que han llevado al sector a la calle a lo largo de este año.

El tomate vuelve a tomar una posición relevante

Asimismo, según el balance que realizaba ASAJA sobre la campaña hortofrutícola precedente donde la volatilidad ha marcado toda la campaña; el pimiento repetía como líder de la oferta almeriense, alcanzando las 12.627 hectáreas, seguido del calabacín en cuanto a superficie se refiere. Y es que, aunque durante las últimas campañas el poder del cultivo de tomate ha ido disipándose; nos sorprendía en la campaña precedente con un incremento un 34% en su precio medio, y un aumento del valor de producción en un 14%. De hecho, la buena racha para el tomate parece proseguir, ya que en el inicio de la campaña 22/23, desde ASAJA estimamos un incremento del 15% de su superficie.

Asimismo, en última instancia, la campaña al aire libre habría registrado una de las temporadas con más turbulencias. Nos encontrábamos con un incremento de más del 150% en el precio de la sandía y el melón en los supermercados, en detrimento de su consumo y con un margen mínimo para los productores. De hecho, el panorama fue muy preocupante debido al goteo despiadado de robos en los cultivos de sandía; la caída de la calima en plena producción; una subida de casi el 50% de los costes junto a una merma de kilos; y una grave incidencia de afecciones fitopatológicas.

En lo que respecta a este primer tramo de la presente campaña, destacamos una inestabilidad de los precios en origen. La cotización de productos como el tomate, calabacín o el pimiento experimentaban una “inquietante” caída de un 33% durante el mes de octubre; una caída especialmente relevante para el tomate pera y el pimiento california rojo, siendo el calabacín fino la producción más castigada. Si bien a lo largo del mes de noviembre y diciembre, las cotizaciones se han mantenido en niveles aceptables.

La reivindicación por agua muy presente también este año

El agua es un motivo de preocupación y de máxima prioridad para Almería desde hace años, ya que el agua es y será un eje vital para el crecimiento de la provincia. El sector necesita garantías de acceso a los recursos disponibles, de ahí la inquietud del sector ante el cierre del grifo de trasvases, la existencia de infraestructuras sin poner en funcionamiento o el alza inasumible del coste eléctrico que hace que en muchos puntos se esté pagando a precio de oro. Y es que a pesar de las limitaciones y del déficit que llevamos años arrastrando, hemos sido capaces de seguir creciendo y ser también ejemplo de eficiencia en el uso de los recursos hídricos.

“Es crucial que se aborden las obras hídricas pendientes en la provincia para mejorar la calidad del agua de nuestros municipios y comunidades de regantes, con el objetivo de que la provincia disponga de las infraestructuras necesarias para garantizar el aprovechamiento y ordenación de los recursos, por el bien del presente y futuro de la actividad agraria. Sin agua, no hay futuro, no hay alimentos”, señala la presidenta provincial.

Y por si no fuese suficiente con la subida de la electricidad, ASAJA destaca la aparición del engaño del “tope del gas” como un factor reseñable de este año, “la realidad ha sido que las facturas de la luz han ido ‘in crescendo’ debido en parte a este tope del gas, el cual aparte de afectar a hogares y empresas; ahoga a los regantes donde están experimentando un aumento desorbitado de hasta el 1500% multiplicando sus facturas, y haciendo inviable el regadío en sus explotaciones agrarias”, asegura Blanque.
 

La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo Yolanda Díaz solicita limitar el precio de los productos básicos

De todas las propuestas que se podrían haber realizado para atenuar los precios; solicitar la limitación de los precios de los alimentos básicos sin duda se coronaba como la más desafortunada, debido a que se registraba como la comprobación de un desconocimiento absoluto de la realidad del sector.

Esto supuso un ejemplo de la ineficiencia de la Ley de la Cadena Alimentaria, una Ley ideada para prohibir la venta por debajo de los costes como medio para garantizar la supervivencia de miles de explotaciones y con ello, de un sector vértice para la economía del país.

El debate de la nueva PAC protagonista de este 2022

Hasta el mes de septiembre el sector agroganadero andaluz se encontraba con una PAC sin definir y sin poder comenzar su planificación. A pesar de representar un 33% de los perceptores, el sector agroganadero no disponía aún de los decretos concluyentes que definen la ayuda básica a la renta; o los pagos anuales directos que se otorgan por hectárea al aceptar compromisos medioambientales (Ecoesquemas).

De hecho, durante el mes de noviembre nos reivindicábamos en una concentración coordinada por ASAJA que se realizó en la capital en protesta por las propuestas contempladas en el Pacto Verde de la próxima PAC, “no se han tenido en cuenta las alegaciones del sector agroganadero andaluz para la nueva PAC 2023-2027”, apunta Blanque.
 

Seguros agrarios como salvavidas para la rentabilidad del sector

Con respecto a los seguros agrarios, para esta campaña agrícola se preveía un incremento de la superficie asegurada, ya que hasta ahora solo se registraban en torno a 3.000 hectáreas aseguradas en el campo almeriense; siendo el pimiento el cultivo más protegido, seguido del tomate. 

Asimismo, ASAJA reclama que el sistema de seguros agrarios para determinados cultivos no termina de adecuarse a las necesidades que tiene el agricultor, “un ejemplo es que en las zonas de siembra temprana no disponen de la posibilidad de incluir virosis en sus seguros debido a que hasta el 1 de junio no puede incluirse este siniestro; o de la necesidad de que la cubiertas de plástico tengan cobertura por el seguro de estructura, con independencia de si la estructura ha sido afectada o no”, asegura Blanque.

En este sentido, si atendemos a las líneas vinculadas con el sector ganadero nos encontramos con un seguro de sequía en pastos que, como señalábamos en un primer tramo del año marcado por la sequía, requiere de una modificación urgente, “no es justo que no responda a las necesidades de los ganaderos teniendo en cuenta el esfuerzo que realizan para su contratación. No está adaptado a la verdadera situación que se vive a pie de campo”. De esta forma, reclamamos que se revise el sistema de modo que se ajuste a los datos pluviométricos y se tengan en cuenta los datos que muestran un escenario diferente al de la teledetección y que mejor se adecuen a la realidad

EL AÑO PARA OTROS SECTORES AGRARIOS

Almendra

En la comarca de Los Vélez, principal zona productora con casi 22.000 hectáreas, las consecuencias de las heladas y lluvias que hicieron mella esta primavera cuando estos árboles frutales aún estaban en flor; provocaron daños en casi un 60 % de los almendros de la provincia.

No obstante, la situación difiere en función de las zonas ya que, en el Alto Almanzora, aunque también se produjeron incidencias climatológicas, no fueron tan perjudiciales como en la parte norte de la provincia y la reducción se fijaría en un 40%. En la misma línea se sitúa la zona de Nacimiento o Campo de Tabernas, que según ha podido conocer la organización agraria todo apunta a una reducción del 50% de la cosecha; en su caso, debido principalmente a que en plena floración apareció ese polvo sahariano que ha empañado el rendimiento de su fruto.

Sin embargo, el aspecto positivo en el que se refugian los productores de este fruto seco tiene que ver con los precios, que registraron subidas en los últimos meses a excepción de la variedad Ecológica que experimenta un descenso del 10 %.

Uva de vino

La uva de vino ha visto también cómo la sequía ha afectado a la producción durante los últimos años. No obstante, la cosecha de vino de este año se presenta dominante tanto en calidad como en producción; unas previsiones esperanzadoras en comparación con la reducción del 20% que golpeó al sector la pasada campaña. Asimismo, esta estimación de un 30% más de producción para esta cosecha iría ligado al significativo aumento de las precipitaciones acaecidas.
 

Cítricos

Tenemos que diferenciar distintos momentos, por un lado, en el primer tramo del año los precios caían una media de un 30% respecto a la temporada anterior debido a la falta de demanda por la mayor presencia de productos de Países Terceros junto a prácticas especuladoras; una situación principalmente perjudicial para la naranja y el limón.

Por otro lado, la campaña cerraba con unos precios similares a los últimos años, siendo la naranja el producto que peor se comportó durante muchos meses a precios inferiores a los 15 céntimos de media, registrando una caída en el precio de un 42%. En última instancia, la previsión para esta campaña plasma como el aumento de los costes de producción no iba a dar un respiro a pesar de las buenas cotizaciones, debido a que el año pasado costaba producir un kilo de mandarinas 35 céntimos, y actualmente no baja de los 50 céntimos.
 

Cereal

La cosecha de cereal disminuirá este año su producción en más de un 35%. Resulta importante destacar un descenso de entorno al 5% en la superficie de cereales continuando con la tendencia de los últimos años, siendo las circunstancias meteorológicas entre las causas del descenso en la producción.

En lo que respecta a los costes, el sector ha experimentado un incremento del gasóleo del 50 %, en los fertilizantes del 54% o en las semillas de un 30%.

Olivar

En el primer avance del aforo del olivar 2022-2023 para la provincia apuntaba una merma de producción de un 50%; de hecho, zona del Campo de Tabernas sería la menos afectada con un 30% menos de cosecha; siendo la zona del Valle del Andarax una de las más golpeadas con casi una reducción del 70% en este inicio de campaña, seguida de la comarca del Almanzora donde apenas hay aceituna con una reducción de casi el 80% en regadío.

En relación con el precio, los agricultores prevén una campaña atípica marcada por unas cotizaciones nunca registradas anteriormente, debido a que el precio del kilo de aceite se ha incrementado en un 40%, alcanzando los 5 euros.


Ganadería

La ganadería cierra este año con una situación similar al resto de sectores de la provincia. Las inclemencias meteorológicas, la escasez de alimento para los animales y el aumento de los precios; han ahogado a los ganaderos de ovino de la provincia, a pesar de haber subido por ejemplo el precio del cordero.

De hecho, un mismo ganadero por 20 kilos de cordero ha cobrado un 2% más con respecto al ejercicio anterior; un leve incremento comparado con el 47% de incremento que ha tenido el precio del pienso en esta campaña ganadera.

 

Fuente: Asaja Almería