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La escasez de precipitaciones unido a la falta de inversiones en infraestructuras hidráulicas justifica el “profundo” desánimo de los viticultores.




 “Solucionar el problema del agua es condición indispensable para poder hablar del futuro de los viñedos y requiere la máxima prioridad de las administraciones”, Jorge Zerolo, presidente del Consejo Regulador. 

 

El presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida, Vinos de Abona, Jorge Zerolo, ha manifestado su preocupación por las previsiones que presenta la cosecha de este año, estimada en un 30% menos, con respecto a la producción media de esta comarca que abarca los viñedos situados en los municipios de Adeje, Arona, Vilaflor, San Miguel de Abona, Granadilla de Abona, Arico y Fasnia. El dato se desprende del análisis de una encuesta realizada en la reunión que celebró esta entidad con viticultores y técnicos de campo, este mes de julio, donde se analizó el porvenir de la viticultura de esta zona de la isla.  

 

Esta bajada, apunta el Consejo Regulador, es consecuencia de la escasez de precipitaciones durante el periodo invernal, lo que está provocando, entre otros aspectos, una brotación irregular del viñedo. A esto se suma la falta de inversiones en infraestructuras hidráulicas capaces de dar respuesta a las necesidades del sector vitivinícola. La escasa disponibilidad de agua de riego justifica el “profundo” desánimo de los agricultores quienes miran con incertidumbre su continuidad en la actividad dadas las dificultades de mantener la viabilidad y rentabilidad del cultivo. 

 

Para Zerolo, “solucionar el problema del agua es condición indispensable para poder hablar del futuro de los viñedos y requiere la máxima prioridad de las administraciones competentes en esta materia” teniendo en cuenta que afecta a 1.400 viticultores, 19 bodegas y una superficie de cultivo de 793 hectáreas, según el registro del Consejo Regulador correspondiente a 2024. 

 

 

 

Además de la cuestión hídrica, en la reunión los técnicos del Consejo Regulador identificaron otros problemas que lastran el horizonte de la actividad vitivinícola de esta comarca como la ausencia de relevo generacional, la extrema burocratización del campo, la deficiente formación, así como la inexistencia de empresas y servicios especializados en viticultura.  

 

Con el fin de hacer un retrato lo más veraz posible de la realidad, el Consejo Regulador de la DOP Vinos de Abona iniciará una ronda de reuniones con los viticultores de cada municipio con el propósito de compartir con cada ayuntamiento un informe donde se analicen las demandas y el futuro del viñedo que “sigue contando con un enorme potencial de revalorización”.  

Fuente: Asaja Canarias Asaga