Tras algunos años de congelación salarial se ha ajustado el convenio a la situación generada por las subidas del SMI, corrigiendo los desfases que pudiera haber en las distintas categorías laborales. 

Esta actualización será de plena aplicación en la próxima recolección de aceituna, con un salario de campaña (para trabajadores temporales) que queda fijado en 60,70 euros brutos por día trabajado.

Otro de los puntos modificados en el convenio tiene que ver con el seguro que deben tener contratado los agricultores y ganaderos. Tendrá una cobertura de 19.000 euros y amparará a trabajadores fijos y eventuales con más de 3 meses de antigüedad en la empresa en caso de fallecimiento o incapacidad permanente.

Por otro lado, se han introducido pequeñas modificaciones en las condiciones de la prestación por incapacidad temporal por enfermedad común o por accidente laboral, adelantando en un día el inicio de la prestación en ambos casos.

La presidenta de ASAJA Toledo, Blanca Corroto, ha vuelto a recordar los problemas de mano de obra en el sector agrícola, a pesar de las cifras del paro agrario, y, en especial, la falta de personal cualificado en determinadas labores del campo como la poda o el injerto. En este sentido, ha insistido en una vieja reivindicación de la organización agraria como es la necesidad de una oferta de formación cualificada en determinados trabajos.

El convenio colectivo establece las normas básicas y regula las condiciones mínimas de trabajo en las explotaciones agrícolas, forestales y pecuarias tanto para trabajadores eventuales como para empleados fijos, si bien la mayoría de los empleados agrícolas son temporeros contratados durante la vendimia y la aceituna, principales campañas de recolección de la provincia.

Fuente: Asaja Toledo