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La industria plantea una bajada abusiva e injustificada en el precio base de la leche que no se corresponde con los altos costes que las explotaciones tienen que soportar en los últimos meses a consecuencia de la sequía y de la guerra de Ucrania.

 

 

El sector ya ha perdido más de la mitad de cabezas de ganado en los últimos 25 años y el 90% de las explotaciones en nuestra provincia  



Una situación complicada es la que vive la ganadería, particularmente la del vacuno de leche. En los últimos 25 años, nuestra provincia ha pasado de tener 120 explotaciones y 5.000 vacas registradas en 1998 a las 14 explotaciones y las más de 2.200 actuales. Esta situación se ha debido, principalmente a la profesionalización del sector, la falta de relevo generacional y la ausencia de nuevas explotaciones, aunque lo que sí es un hecho es que en este cuarto de siglo se ha mantenido la calidad y el mantenimiento de las máximas exigencias sanitarias y de garantía al consumidor. 
 
La situación se ha complicado aún más para estos profesionales en el último año. Y es que, por efecto de la sequía y la subida de insumos, siguiendo la tónica que había en toda España, el censo de animales reproductores en Jaén se ha reducido en torno a un 10-15%, con lo cual, a día de hoy nos encontramos con una importante caída de la producción de leche de vaca a nivel nacional, sin que se constate que llega producto de fuera (la cifra de importaciones de leche se mantiene). Por lo general, según la ley de la oferta y la demanda, una bajada en la producción conllevaría un incremento de precio, pero ese no ha sido el caso, ya que la industria láctea, encabezada principalmente por Lactalis (multinacional francesa que agrupa a marcas como Puleva, RAM, Lauki, y quesos como Flor de Esgueva, Gran Capitán o El Ventero, entre otras muchas), ha planteado a los productores de vacuno de leche la renovación de los contratos que establece la Ley de Cadena Alimentaria con una bajada abusiva del precio base de 9 céntimos menos por litro, que no se corresponde con ninguna disminución en el coste de los insumos.  
  
La industria ejerce una posición de fuerza en base a que la leche es un producto perecedero, y se escuda en que, si el ganadero no firma ese contrato abusivo, no le puede retirar la leche de la explotación. Ante esta situación, los ganaderos están tirando la leche, mientras el Gobierno no hace nada o mira para otro lado, ya que esta bajada abusiva al productor le puede mejorar los índices económicos del verano. En este sentido, hacemos un llamamiento a la industria y las administraciones públicas para que se pronuncien al respecto y apoyen al sector: “Entendemos que si no se pronuncian a favor están en contra del ganadero de vacuno de leche, y si los ganaderos desaparecen, la industria láctea va detrás, y a Asaja nos van a tener enfrente apoyando a nuestros productores”, explica el responsable de Ganadería de ASAJA-Jaén, Tomás Cano. 



Fuente:Asaja Jaén