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La patronal recuerda que la ley no supone una ampliación de los regadíos y sí la subsanación del daño ocasionado por los errores contenidos en el Plan de la Corona Norte y la Ley Forestal de Andalucía.

 
La organización agraria Asaja-Huelva, patronal del campo onubense, vuelve a hacer público su apoyo a la Proposición de Ley para la Mejora de la Ordenación de las Zonas Agrícolas del Condado de Huelva que se está tramitando con respaldo mayoritario en el Parlamento de Andalucía. Reitera Asaja-Huelva que el texto va encaminado a hacer justicia y reparar el daño causado a cientos de familias de agricultores modificando el Plan de la Corona Norte de Doñana de 2014 y la Ley Forestal de Andalucía de 1992, especialmente la primera, que basada en una foto aérea de junio de 2004 y con una retroactividad de 10 años, provocó una situación de indefensión e inseguridad jurídica a miles de personas que vivían en el entorno del Espacio Natural y se ganaban la vida cultivando sus tierras. Cabe recordar que el anterior ejecutivo de la Junta de Andalucía eludió más de 3.600 alegaciones y todavía hoy colean cientos de procedimientos administrativos y judiciales. 
 
Por otro lado, y ante el baile de confusión, cabe aclarar que las tierras objeto de regularización rondan las 750 hectáreas – y no miles, como se ha difundido- que, en cualquier caso, se regarían con agua superficial de un trasvase que aún no se ha ejecutado porque el Gobierno de España lleva desde 2018 sin ejecutar los preceptos de la Ley que él mismo desarrolló y aprobó. Por tanto, no ha lugar a que se siga hablando de reparto unilateral, puesto que hay que constituir la Comisión Técnica del Trasvase y la Junta Central de Usuarios con sus reglamentos y estatutos, tal y como indica la Ley del Trasvase al Condado de Huelva. 
 
Del mismo modo se elude explicar cuál es el germen de la situación actual de los humedales de Doñana, afectados al igual que el resto de la Península Ibérica por una pertinaz sequía, pero también por la falta de aporte ocasionada por el incumplimiento –una vez más-, del Plan Doñana 2005. Este plan tenía como objetivo que las marismas recuperaran la dinámica que habían perdido tras las obras de contención necesarias tras el desastre de Aznalcóllar, con medidas esenciales como la recuperación del caño del Guadiamar o el Brazo de la Torre, pendientes de ejecutar. Este punto fue perfectamente explicado por el antiguo director de la Estación Biológica de Doñana, Javier Castroviejo, profundo conocedor de las dinámicas del parque. 
 
Para Asaja-Huelva, la PDL junto a la llegada del trasvase suponen no sólo la viabilidad de los cultivos de la comarca, de otras actividades económicas y por supuesto, el garante del suministro para consumo humano, sino además el cierre de todos los pozos existentes en la zona y el blindaje definitivo del acuífero. En definitiva, la protección de Doñana y sus humedales. Complementado el aporte del trasvase con otros recursos como las aguas que actualmente no se están depurando en varias EDAR de la zona y que suponen 40 hm3, la  sostenibilidad de los regadíos y el equilibrio entre economía y medio ambiente estaría garantizado. 
 
Es esta actitud y no otra cosa es lo que está dañando gravemente la reputación del sector, y más allá, “gracias” a la desinformación generalizada que se está sembrando en los mercados, incluso a productores que están a decenas de kilómetros del entorno de Doñana y que nada tienen que ver con la polémica suscitada. 
 
Para Asaja-Huelva, es momento de dejar de lado esos intereses que nada tienen que ver ni con el bienestar de la sociedad ni con la conservación del Parque Nacional; explicar la realidad de la situación, afrontar cada quien sus respectivas responsabilidades, resolver los problemas provocados por el Plan de la Corona Norte, restaurar la paz social e impulsar la sostenibilidad de Doñana. 
 
 
 
Fuente: Asaja Huelva