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El ministro de Consumo apuesta porque haya una vaca y media por hectárea cuando en el sistema actual en nuestras dehesas ya son necesarias casi tres hectáreas por vaca


Asaja Extremadura considera absolutamente incoherente la última propuesta conocida del ministro de Consumo, Alberto Garzón, que se adhiere a la idea de la asociación ecologista Greenpeace de cambiar los reglamentos e imponer para la ganadería un sistema de producción en el que exista una vaca y media por hectárea cuando en las dehesas extremeñas desde hace muchos años ya son necesarias casi tres hectáreas por vaca.

“Es la última ocurrencia de Garzón”, sostiene el presidente de esta organización agraria, Ángel García Blanco, que parece no conformarse con las competencias de su Ministerio, que como ya sabemos no existen, y ante ello ha tomado la decisión de asaltar las del Ministerio de Agricultura que preside Luis Planas”.

            De esta manera, ahora y con la ayuda de Greenpeace con los que compite para ver quién tiene mayor desconocimiento del sector ganadero, pretenden regular la ordenación de las granjas y explotaciones de ganado vacuno. Para ello,  lo primero que se les ha ocurrido es imponer es que haya una vaca y media por hectárea. El texto  pretende recortar las granjas de vacas a un máximo de 850 unidades de ganado mayor (UGM en el borrador), es decir, 1.400 terneros de cebo o 725 vacas de ordeño, es decir una zona de pastoreo de una vaca por cada hectárea y media.

La gente puede pensar que es algo razonable, pero que más quisieran los ganaderos de las dos Castillas, Extremadura, Aragón, Murcia, Rioja, Navarra, Baleares, Canarias o Andalucía poder tener una vaca y media por hectárea”, explica Ángel García Blanco, quien recuerda que en estos territorios son necesarias casi tres hectáreas por vaca. Incluso, en la montanera de Extremadura, un cerdo necesita para el solo entre 4 y 6 hectáreas para comer bellotas.

Si siguiésemos los consejos del señor Garzón convertiríamos todas las explotaciones de vacuno de estos territorios en auténticas macrogranjas”, critica Ángel García Blanco, quien considera que Garzón “desconoce una realidad básica en la agricultura que es tan simple como los índices de pluviometría, que lo que vienen a decir es que donde llueve crece la hierba y los animales pueden comer, como es el caso de la Cornisa Cantábrica, por lo que allí se podrían tener hasta tres vacas por hectárea, mientras que en la España seca llueve menos, crece poco la hierba y encima hay que darle suplemento alimenticio al ganado en la época de escasez de pastos y aquí son necesarias los reglamentos actuales, que llevan a tener tres hectáreas por vaca”.

Para el presidente de Asaja Extremadura, “esto tan básico se llama Agronomía , asignatura que le recomendamos asista el tonto de solemnidad de las siete capas el que se ha convertido este ilustre ministro.

Por otro lado, Aberto Garzón quiere limitar las explotaciones a 180 vacas. Esto es, una finca de Extremadura de 540 has. lo máximo que podría tener son 180 vacas, pero si la dividimos en trocitos y permitimos lo que quiere el ilustre ministro, podría llegar a tener 810 vacas, esto es, una aberración, la conversión en una auténtica macrogranja a las que dice criticar pero ahora, si se aplica este nuevo sistema, él mismo apuesta ahora.

Además, pretende también regular las distancias de las explotaciones a los núcleos urbanos, cuestión que ya está establecida en la legislación, lo que prueba, una vez más, el desconocimiento del ministro de Consumo.

Por todo ello, “le pedimos al Sr. Garzón que se entretenga con otro sector y deje en paz a los agricultores y ganaderos



Fuente. Asaja Extremadura