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Se trata de una variante más agresiva del Mal de Panamá que ataca a todos los cultivares conocidos y arrasa con las plantaciones. La Asociación solicita a la Consejería de Agricultura y al ICIA reforzar los controles de entrada de material vegetal, disponer de un plan de contingencia y promover campañas informativas destinadas a los agricultores.


La Asociación de Agricultores y Ganaderos de Canarias (ASAGA Canarias ASAJA) hace un llamamiento a los productores de plátano y a la Consejería de Agricultura, Ganadería y Pesca del Gobierno de Canarias para que se extremen las medidas preventivas en las explotaciones, así como en la entrada de material vegetal al Archipiélago, con el fin de evitar la aparición de la Raza 4 tropical, conocida internacionalmente como TR4. Se trata de una variante más agresiva y virulenta de la enfermedad del Mal de Panamá, en concreto un hongo, dentro del género Fusarium, que vive en el suelo y se caracteriza por atacar a todos los cultivares (variedades de platanera) conocidas. Una vez infectada la planta, no hay recuperación.

La especie que ataca a la platanera es Fusarium oxysporum cubense que engloba a varias razas. La raza 1 fue la responsable de acabar con el cultivar Gros Michel en la primera mitad del siglo XX que fue sustituido por los del grupo Cavendish que hoy se conoce. A su vez, dentro de la Raza 4, con la que el agricultor canario está más acostumbrado a convivir, se distinguen dos variantes, la Raza 4 subtropical que, salvo excepciones, se suele controlar disminuyendo el riego, aumentando el pH del suelo, ajustando la fertilización y teniendo cuidado de no propagarlo con las herramientas de laboreo y el manejo del cultivo. La otra variante es la temida TR4, sin presencia en las islas, y sobre la cual las medidas citadas resultan ineficaces, de ahí el temor de los productores y técnicos que asesoran a las fincas de plátanos en las islas.

El último foco conocido de TR4 se ha detectado este mismo mes de abril en Perú. Previamente, en 2019, se descubrió su presencia en plantaciones de Colombia, aunque sus orígenes se remontan a la década de los años 60 en Taiwán y de ahí se fue extendiendo hacia otras zonas como Australia, Jordania, Israel y Mozambique, entre otros países.

Los gobiernos, además de las asociaciones de productores y comercializadores de centro América y Sudamérica, cuya economía está basada en la exportación de bananas a Estados Unidos y a la Unión Europea, se han movilizado y coordinado para evitar el movimiento de material vegetal de unas explotaciones a otras y frenar la expansión de esta enfermedad fúngica.

Aunque, a priori, pueda parecer poco probable que TR4 llegue a las islas, ASAGA Canarias considera necesario implantar, de manera generalizada, medidas preventivas en las fincas mediante protocolos de desinfección, especialmente en aquellas que reciben visitas (turismo, experimentales, ensayos…) y reforzar los controles en los puertos y aeropuertos para impedir que material vegetal contaminado de regiones afectadas por este hongo pueda propagarse en las islas. Además, esta organización profesional agraria solicita a la Consejería de Agricultura del Gobierno de Canarias y al Instituto Canario de Investigaciones Agrarias (ICIA) llevar a cabo algún tipo de monitoreo de control en las parcelas destinadas a este cultivo y, al mismo tiempo, elaborar un plan de contingencia para saber cómo actuar en el supuesto de que se detecte algún caso.

Como complemento a este tipo de actuaciones, ASAGA Canarias propone, promover campañas informativas, dirigidas a los agricultores, para que conozcan los efectos de este hongo, estén al tanto de las actuaciones que se están llevando en Latinoamérica y la manera de poder prevenirlo.



Fuente: Asaja Canarias ASAGA