Solo un 16% de los propietarios de fincas o granjas en el Archipiélago tienen menos de 44 años frente a más del 60% que superan los 55. La falta de relevo generacional acrecienta el temor sobre el futuro de la actividad.


 

Theo Hernando: “Para revertir esta situación, las administraciones deben implicarse en el diseño de un plan con medidas urgentes a corto y medio plazo vinculando sector agrario, turismo, tecnificación e innovación”.

La Asociación de Agricultores y Ganaderos de Canarias (Asaga Canarias Asaja) manifiesta su preocupación tras conocer la última actualización del Censo Agrario en España referido al año 2020 donde se detecta, entre otros aspectos, un alarmante déficit de jóvenes titulares de explotaciones agrarias en el Archipiélago. Un balance negativo que demuestra el envejecimiento del sector y la falta de garantías de un relevo generacional para asegurar las producciones locales a largo plazo y, con ello, la economía, el empleo y el paisaje que genera esta actividad.

     Los datos, elaborados por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), muestran que, de las 11.385 explotaciones en activo existentes en las islas, sólo el 16,65% de sus propietarios son menores de 44 años. De este porcentaje, el 4,37%, es decir, 497 instalaciones agrarias están registradas a nombre de jóvenes con edades comprendidas entre los 25 y los 34 años mientras que únicamente el 0,38% (43 fincas o granjas) tienen como titular a agricultores o ganaderos que cuentan con menos de 25 años.

     En el lado opuesto de la balanza se encuentran los titulares mayores de 55 años que representan el 61,45% del total y de cuya gestión dependen cerca de 7.000 explotaciones en el Archipiélago. El rango de edad entre los 45 y 54 años también es significativo en el cómputo global al alcanzar un 21,90%, lo que equivale a 2.493 instalaciones agroganaderas.

Este desequilibrio, aunque es extrapolable al resto de comunidades autónomas, tiene mayor peso en Canarias al ser una región ultraperiférica altamente dependiente del exterior y, por tanto, con el deber de tener asegurado un mayor nivel de autoabastecimiento alimentario para poder hacer frente a crisis sanitarias y económicas como las vividas últimamente o las próximas que puedan surgir.

Aunque se dan determinados factores que, a priori, pueden jugar en contra de la incorporación de jóvenes a la actividad agrícola - ganadera como el precio del suelo agrario, la excesiva burocracia o la ordenación del territorio a la hora de emprender en el campo, existen líneas de ayudas específicas a la producción vegetal, animal o al emprendimiento para incentivar la regeneración del sector.

Para el secretario general de Asaga Canarias Asaja, Theo Hernando: “revertir esta situación depende de que las administraciones públicas se impliquen en el diseño de un plan con medidas urgentes a corto y medio plazo vinculando al sector agrario con los 16 millones de turistas que nos visitan cada año, e incorporando las nuevas tecnologías, la tecnificación a los procesos productivos y la innovación. Creando sinergias entre los sectores económicos para mejorar la rentabilidad y mejorando las condiciones de trabajo de la actividad es como único podemos alentar a los jóvenes a que opten por esta profesión y tenga futuro”.

 

Fuente: Asaja Canarias ASAGA