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La organización agraria exige que se aplique la Ley de la Cadena Alimentaria, puesto que el aceite se está vendiendo a pérdidas. También se ha exigido que se diferencien bien las calidades del aceite, que se favorezcan las exportaciones y se vigilen las importaciones.



El presidente de APAG Extremadura Asaja, Juan Metidieri, ha calificado la próxima cosecha de aceitunas como “la peor del actual siglo”, según las previsiones actuales tanto para la aceituna de aderezo como para la de aceite.

Según los datos ofrecidos por el dirigente agrario, en una comparecencia ante los medios, en la zona de Tierra de Barros y Campiña no hay prácticamente cosecha. Con estas previsiones, la cifra global de producción en Extremadura podría rondar las 25.000/30.000 toneladas de aceite, en el mejor de los casos, muy alejado de otras campañas. En cuanto a la cosecha de verdeo “es muy posible que no exista o solo tengamos casos residuales”, por lo que se puede calificar la cosecha de “caótica”.

A esta mala cosecha se suma la crisis existente de precios ruinosos, lo que hace inviable la producción de aceite o aceituna. Según los datos del ministerio, producir un kilo de aceite rondaría los 2,70 euros y se están pagando en el mercado a 1,95 euros kilo de virgen extra o 1,75 para el virgen, por lo que se está vendiendo a pérdidas. Estas cifras demuestran que la Ley de la Cadena Alimentaria no vale para nada, porque “siguen enriqueciéndose los mismos a costa del consumidor y del agricultor”.

Por ese motivo, Metidieri ha insistido en la necesidad de que “se cumpla esta Ley de la Cadena Alimentaria”. También ha reivindicado que el sector del olivar tenga un crecimiento ordenado, ante la aparición de macro plantaciones en superintensivo. Con relación a este tipo de producciones, el dirigente agrario ha pedido un etiquetado claro para evitar inducir errores a los consumidores y defender así el olivar tradicional.

Asimismo, se ha solicitado que otros aceites, de peor calidad, se destinen a fines diferentes, como puede ser el de biocombustible, o que se favorezcan y defiendan nuestras exportaciones, a la vez que se ponga freno a “las importaciones de aceites sin trazabilidad alguna”.

Según Metidieri, es necesario el apoyo y una defensa firme de nuestro sector olivarero por parte del Gobierno, sobre todo por el peso que tiene en nuestra región en la que hay 283.000 hectáreas de olivar, donde el tradicional representa el 50%, el superintensivo ya supone el 7,9% y el intensivo ronda el 42%.

Por último, a preguntas de los medios de comunicación, Metidieri ha defendido la firma del convenio de campo y su respaldo porque “era la propuesta que habíamos negociado con mejoras para el empleador y el empleado”.