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• Acelerar la innovación y trabajar por una agricultura neutra en carbono, son los nuevos compromisos de Syngenta para el cultivo del olivar. Con este objetivo Syngenta completa su innovación en protección del olivar con un amplio catálogo que incluye herbicidas como Terafit, Touchdown Premium o el nuevo Carens; nutricionales de calidad como Isabion o Stimufol K; fungicidas como ZZ Cuprocol o Cobre Sandoz; y los insecticidas de la familia Karate Zeon.


El herbicida Carens es la novedad para esta campaña.Especialmente formulado para olivar, con acción de contacto y residual, para aplicaciones en pre o postemergencia temprana, llega para complementar el catalogo de herbicidas de Syngenta, liderado por Terafit, por su eficacia y seguridad.


El incremento de la temperatura, la disminución de las precipitaciones o el aumento de eventos extremos (sequía, olas de calor, etc.), son ya una realidad que influyen en la sostenibilidad productiva y medioambiental de olivar. En este cultivo en particular, las consecuencias de estos cambios están provocando principalmente un incremento en la carencia de nutrientes en el suelo y una mayor presión de plagas y aparición de nuevos fitófagos y enfermedades. 

Para afrontar estos desafíos Syngenta anunciaba recientemente la continuidad de su plan de compromisos con la agricultura sostenible “The Good Growth Plan”. Un plan que se inició en el año 2013 y que incorpora la inversión en los próximos cinco años de 2.000 millones dólares con la introducción de 2 avances tecnológicos al año dirigidos a mitigar los efectos del cambio climático en la agricultura.

En este sentido los técnicos de campo de Syngenta ya están en contacto con los olivareros para reforzar los programas de tratamiento recomendados y que han demostrado en las últimas campañas que, bien aplicados, son capaces de reducir el impacto de efectos negativos como la “vecería” del olivo, en las producciones y la calidad de la aceituna. En estos programas, los tratamientos herbicidas del otoño, así como la aplicación de productos nutricionales y de fungicidas a base de cobre, son la clave para conseguir la mejor cosecha y la máxima calidad de aceite.

Si la aplicación de herbicidas es importante en esta época para que las malas hierbas no compitan con el olivar, los tratamientos nutricionales son igual de importantes para conseguir dar un salto en cuanto a la calidad de la aceituna y a la producción final de cada árbol. Así, desde Syngenta se recomienda un tratamiento con Isabion, un producto bien conocido por los olivareros y que aporta aminoácidos libres y péptidos al olivar. Este tratamiento se debe complementar con los nutrientes en alto contenido de potasio de Stimufol K, para reponer las reservas del olivo.


 

Conseguir 25 kilos más de media por árbol en secano

Además, la posible aparición de las lluvias de otoño, hace necesaria la aplicación de cobre durante la maduración deL fruto, para proteger al árbol del ataque del repilo. En este sentido Syngenta cuenta con ZZ Cuprocol, que es el cobre referente del olivar por su excelente formulación y mejores resultados en la lucha contra repilo y tuberculosis del cultivo. Hay que recordar que ZZ Cuprocol cuenta desde 2019 con una nueva etiqueta que permite realizar hasta cuatro aplicaciones al año, lo que da tranquilidad a los olivicultores. Otra opción en el catálogo de Syngenta como fungicida para olivar es el Cobre Sandoz.

Por supuesto, el catálogo de Syngenta cuenta con más productos adaptados al olivar e indicados para controlar diferentes problemas, como pueden ser los insecticidas de la familia Karate Zeon.

Recordemos que el programa de tratamientos de Syngenta para olivar lleva ya aplicándose más de seis años en una finca de ensayo en Santo Tomé (Jaén) y que visitan más de 1.000 olivicultores cada año. Los resultados después de estos seis años de trabajo son muy claros: la media de las últimas 4 campañas en esta finca de secano es de 85 kg/árbol, casi 25 kilos más que la media de las fincas colindantes, a pesar de ser una zona complicada con pronunciada vecería. Por tanto, una pequeña inversión en un programa de tratamiento adecuado a nuestra parcela puede resultar el mejor acierto para ganar en producción y calidad.