La organización agraria ASAJA, rechaza frontalmente, al igual que el resto del sector vitivinícola español, un eventual impuesto al vino que propone el comité de expertos sobre fiscalidad que asesora al Gobierno -en un informe no vinculante-, por sus efectos negativos en economía y empleo. Incluso el ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, aseguró en el Congreso que no le gusta el impuesto del vino, tras la propuesta de fijar un tipo muy reducido a esta bebida planteada en el informe de la comisión de expertos sobre la reforma fiscal. Así lo señaló Arias Cañete durante su intervención en la sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados, en la que afirmó que defenderá que “no me gusta” el impuesto al vino.

Cañete ha mostrado su rechazo a establecer un impuesto a esta bebida porque “se está reduciendo el consumo del vino en España” y para poder competir con otros países que no cuentan con este tributo.

ASAJA está en contra de que se ponga en marcha un impuesto al vino porque  y sería nefasto para el medio rural, los pueblos y las familias que viven del viñedo.

En otras ocasiones lo han intentado (aplicarlo en España), pero el sector siempre ha trabajado conjuntamente para que no se produjese" esa carga impositiva al vino -recuerda-, un alimento clave además de la dieta mediterránea.

Desde ASAJA Consideramos que el Gobierno y el Ministerio no debe llevar a cabo la recomendación" del comité de sabios.

Se  recuerda que el consumo de vino  está cayendo año tras año en España, por lo que una tasa al vino  sería negativo  y habría que  desmantelar muchas industrias, cooperativas, bodegas con la consiguiente pérdida de puestos de trabajo y salarios.

Por otra parte, los agricultores y la industria bodeguera ya pagan sus impuestos y, una tasa recaudatoria de estas características, lograría una cuantía de dinero escasa para el perjuicio que provocaría" para todo el sector vitivinícola.