Los planes de coordinación entre el MAPAMA y las comunidades autónomas para hacer frente al problema generado por la detección de Xylella fastidiosa en nuestro país, si bien existen desde 2014, cobran ahora más que nunca relevancia al detectarse nuevos focos de esta bacteria. Esa coordinación ha de extenderse a los sectores susceptibles de ser afectados por este microorganismo, porque de la colaboración y transparencia entre todos surgirá la forma más eficaz de erradicar esta enfermedad que puede afectar a algunas de las principales especies cultivadas en nuestra agricultura, muchas de ellas además importantes generadoras de divisas vía exportaciones.

España ha dado muestras de capacidad de respuesta ante problemas graves de la producción agraria que de vez en cuando obligan al sector en su conjunto, así como a las distintas administraciones e instituciones a olvidarse de su ámbito competencial u operacional administrativo, para centrarse en el problema y buscar una solución técnicamente viable, que a su vez suponga la menor incidencia posible sobre la producción o producciones afectadas.  Las circunstancias de nuevo nos ponen a prueba, por tanto hemos de mostrar madurez y responsabilidad para sumar esfuerzos y lograr en el menor plazo de tiempo posible una solución  que permita respirar más tranquilo a un sector que en estos momentos se encuentra realmente preocupado por las noticias que se van conociendo sobre esta enfermedad, así como por el escaso conocimiento que sobre la misma se tiene, existiendo numerosos vías de investigación que en esta fase previa deberán ser analizadas por especialistas y gestores para conseguir eliminar esta amenaza en un corto espacio temporal.

En la búsqueda de esa solución quizás haya que cambiar algunos comportamientos o hábitos de la producción, los cuales serán necesarios si se quiere llegar a un final feliz.

Nuestras administraciones deben ser conscientes de que algunas intervenciones pueden provocar importantes deterioros de las cuentas de explotación de algunos productores, los cuales deberían restituirse íntegramente, así como de la conveniencia de destinar los recursos humanos y materiales necesarios para ganar esta batalla. Nos jugamos mucho en ello y se deberían mover con agilidad recursos para este fin.

Estamos convencidos de que si todos colaboramos con lealtad, remando en la misma dirección, se conseguirá minimizar este problema y buscar soluciones válidas contra esta bacteria, pudiendo hacer de un problema una oportunidad para mostrar al mundo como los españoles somos capaces de sobreponernos a los acontecimientos.