La sequía ha marcado este año la cosecha de almendra en todas las zonas productoras españolas. En muchas plantaciones ha dejado los árboles casi sin hojas y los efectos podrían extenderse a la campaña del próximo año. En el aspecto comercial, los precios han subido.

A pesar de que las previsiones iniciales apuntaban a una producción mayor que en 2011, de aproximadamente unas 50.000 toneladas se estima que  habrá un descenso en volumen. Las estimaciones realizadas apuntaban a un 14% superior al de 2011.

La recolección, avanza  a buen ritmo en las zonas más tempranas, como Andalucía y Murcia, donde arrancó ya en agosto, y desde este mes en el resto de áreas, a falta de que se incorporen las más altas y tardías.

Referente a  los precios, a pesar de que la almendra común se cotiza en torno a un 25% más que hace un año, existe una gran incertidumbre en el mercado, sobre todo por el hecho de que el producto americano esté más caro que el español, algo poco lógico debido a la  diferencia de calidades de ambas producciones.

En este sentido, ha señalado que en California, primer productor mundial, no hay un exceso de cosecha ni problemas de excedentes, ya que el aumento de la demanda mundial ha absorbido la producción.

Otra preocupación unánime del sector es la incertidumbre sobre la continuidad de las ayudas nacionales y autonómicas para la almendra, que hasta ahora se sumaban a los 168 euros por hectárea que subvenciona la Unión Europea hasta llegar a los 240 euros.

Se ve con preocupación la falta de respuesta de las administraciones sobre estas ayudas, que son fundamentales para afrontar el incremento de costes productivos que sufren los agricultores y las dificultades de financiación a raíz de la crisis.

La almendra, con alrededor de medio millón de hectáreas de cultivo, supone el 90% de la producción española de frutos secos, liderada por Andalucía, seguida de Aragón y Comunidad Valenciana