La campaña citrícola 2012-2013, que está a punto de comenzar, registrará en la Comunidad Valenciana una reducción de cerca del 20 % de su producción respecto al ejercicio anterior.

La campaña citrícola 2012-2013, que está a punto de comenzar, registrará en la Comunidad Valenciana una reducción de cerca del 20 % de su producción respecto al ejercicio anterior, según las primeras estimaciones de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja).

De acuerdo con esta reducción, el presidente de la organización agraria, Cristóbal Aguado, ha destacado que se dan todas las condiciones para que la campaña resulte positiva", y apela a a responsabilidad del sector.

Aguado ha animado a todos los agricultores a defender los precios en el campo, al considerar que la merma de la producción es perfectamente asumible por los mercados a unas tarifas razonables para todos los agentes del sector.

Se dan todas las condiciones objetivas para que los productores obtengan una rentabilidad siquiera mínima, tras una sucesión de campañas marcadas por unos precios ruinosos que se han situado sistemáticamente por debajo de los costes de producción y que han forzado el abandono de miles de hectáreas.

El presidente de AVA ha hecho un llamamiento a los productores a que "no se pongan nerviosos y no regalen la fruta, porque si lo hacen estarán cavando su propia tumba", ha advertido.

Ha pedido a todo el sector que "actúe con seriedad y no se incurra en prácticas especulativas, ni se produzcan abusos por posiciones de dominio, ni intenten venderse cítricos de manera prematura y cuando aún no reúnen las condiciones".

La reducción de la cosecha de cítricos en la Comunitat Valenciana se concentra especialmente en las variedades Clemenules y Navelina, que son las más implantadas y, en consecuencia, las que presentan volúmenes de producción más elevados.

El hecho de que disminuya la cosecha en ambos casos debe contribuir a evitar un exceso de oferta que termina por provocar el solapamiento de unas variedades con otras y acaba desencadenando problemas de comercialización.

AVA-ASAJA estima que esta coyuntura inicial está generando buenas expectativas en el sector citrícola, de modo que las primeras ventas de mandarinas se están cerrando a precios "razonablemente atractivos" para los agricultores.

La sequía y las heladas registradas en el pasado mes de febrero son las principales causas de esta reducción de la cosecha, que se concretará, tanto en el grupo de naranjas como en el de mandarinas, en torno al 20 % respecto al curso pasado.

Las zonas donde ese descenso va a ser más acusado son La Ribera y Camp de Túria, en la provincia de Valencia, y en La Plana de Castellón.

También se cree que la campaña citrícola podría beneficiarse de factores como el descenso de las cosechas de manzanas y peras, la entrada de Rusia en la Organización Mundial de Comercio (OMC) o la ley para mejorar el funcionamiento de la cadena agroalimentaria que el Ministerio de Agricultura presentará este mes.

La cosecha de mandarinas podría reducirse en un 15 % y la de naranjas en un 5 % en La Marina; en un 10 % y 5 %, respectivamente, en el caso de La Safor; en un 15 % y un 20 % en La Costera; en un 30 % para ambas frutas en La Ribera; en un 30 % y un 25 % en Camp de Túria; en un 25 % y un 15 % en Camp de Morvedre; y en un 30 % y un 20 % en La Plana de Castelló