Todo hace indicar que de cara al invierno el precio de la patata subirá.
En Francia, principal país exportador de patata de Europa y de donde el mercado español se abastece, se espera una caída de rendimientos de entre el 10% y el 15%, pero además el tubérculo va a ser pequeño y de muy mala calidad. El cóctel de verano seco y cálido seguido de tormentas, ha hecho que las fincas ya casi secas hayan vuelto a florecer y que las patatas broten incluso antes de terminar de crecer, lo nunca visto por los agricultores galos que ya han bautizado este fenómeno con el nombre de “patatas mutantes”.