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La Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (ASAJA) de Ávila lamenta que se aporte mayor protección al lobo que a los ganaderos, que ven como sus animales sirven de alimento a manadas descontroladas en territorio abulense

 

El presidente de ASAJA de Ávila, Joaquín Antonio Pino, no comparte que el Ministerio para la Transición Ecológica, haya incluido a las poblaciones del lobo ibérico al sur del Duero en Castilla y León en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial, y no tenga en cuenta las muertes que diariamente producen estos cánidos a la ganadería.


El ataque se produjo en la noche del martes 9, al 10. Los animales muertos han sido recogidos ya por el camión.

“Los ganaderos están alimentando a los lobos, mientras los políticos miran hacia otro lado, amparándose en el cumplimiento de lo dispuesto en la Directiva de Hábitats de la Unión Europea”, así de contundente se muestra Joaquín Antonio Pino.

En este sentido, el dirigente agrario provincial ha manifestado que lo acontecido en Serranillos es el pan de cada día de los ganaderos de Ávila. En esta ocasión, lamentablemente, se ponen sobre la mesa todos los hechos a los que se tienen que enfrentar: muertes, animales heridos y desaparecidos.

Aumentar el nivel de protección del lobo con la última Orden publicada en el BOE, lo que se hace es, a juicio de Joaquín Antonio Pino, enterrar al ganadero en vida y dar manga ancha al lobo, al sur del Duero.

Aunque los políticos y sus cargos designados a dedo en los Servicios Territoriales no lo quieran ver, o no lo quieran dar a conocer a la opinión pública, “saben perfectamente que se están produciendo seis o siete ataques de lobos en la provincia a diario”.

“Somos la provincia más olvidada de la Comunidad, y en el asunto del lobo, más si cabe, pues Ávila es el territorio de Castilla y León donde más ataques de cánidos se producen”, ahonda Pino. En el último ejercicio cerrado correspondiente al año 2018, los lobos mataron en Ávila alrededor de 2.000 animales, principalmente terneros menores de 3 meses, ascendiendo las pérdidas reales que soportan los ganaderos abulenses a la friolera de los 5 millones de euros según los cálculos de los servicios técnicos y periciales de ASAJA.

Ante el suceso de Serranillos y el de muchos otros en localidades abulenses, Joaquín Antonio Pino entiende que muchos ganaderos hayan recurrido a los servicios jurídicos de la organización para reclamar ante la Justicia los daños reales ocasionados por los ataques de lobo.

Para la organización agraria ASAJA de Ávila, lo que necesita el medio rural y por ende el ganadero, es voluntad política y seriedad de todas las administraciones, algo que hasta el momento no está sucediendo en la parte política, ya que estos días hemos podido contemplar que solo se dedican a ubicarse en cómodos sillones con suculentos sueldos y además lo hacen sin ningún tipo de rubor, olvidando a los ciudadanos y los problemas reales de la gente que es en lo que se deberían volcar en cuerpo y alma.


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