Algunos afectados han tenido que realizar inversiones de su bolsillo sin saber si serán beneficiarios de las subvenciones

 

Muchos son los agricultores malagueños que se están viendo afectados por el retraso en la resolución de las Ayudas a la Modernización en Explotaciones agrícolas. Se trata de unas solicitudes que se presentaron en verano de 2016 y que a día de hoy, verano de 2018, todo lo que les podemos decir a nuestros agricultores cuando nos preguntan es  “en breve”, “dicen que ya mismo las van a resolver”, promesas que se vienen repitiendo desde finales de 2017.

Y es que han pasado dos años y los agricultores aún están esperando a ver resueltos sus expedientes de ayuda para poder modernizar sus explotaciones. Encontramos casos en los que, por necesidad imperiosa de su explotación, han tenido que realizar las inversiones financiándolas al 100% de su bolsillo con la incertidumbre de si sus proyectos serán beneficiarios de estas ayudas o no.

En su mayoría, se trata de proyectos de mejora de sus explotaciones donde han puesto mucha ilusión para modernizarlas y mejorar su rendimiento con apoyo de estas ayudas. Proyectos que tras el paso de dos años ven como se incrementa el coste para poder realizarlos, y los agricultores ven como, en caso de ser beneficiarios, por el retraso en la gestión de las ayudas por parte de la Consejería, tendrán que incrementar el coste de su inversión.

Estas ayudas tienen que ser más ágiles de lo que están demostrando, pues esta tardanza en el tiempo lleva a que muchos agricultores abandones sus proyectos. Proyectos que dependen en muchas ocasiones de estas ayudas para su ejecución.

No queremos entrar en el fondo que motiva este retraso, pero gran parte de culpa la tiene la complejidad con la que se diseñan estas ayudas, demasiados controles y trabas para ayudar a unas explotaciones que queremos que cada día sean más modernas y competitivas, pero que no se lo ponemos fácil desde la administración.