Los cultivos afectados en nuestra provincia son los cereales, principalmente, con pérdidas del 100% de la producción en la zona norte; el almendro, con pérdidas del 75%; del 40% en el olivar y del 80% en el girasol, que suman en total 130.750.000 euros. También se resiente la cabaña de ovino-caprino y vacuno por el sobrecoste de la explotación en la alimentación con piensos de los animales ―dada la ausencia de pastos―, causando un perjuicio económico en las explotaciones de cerca de 80.000.000 de euros.

Son totalmente insuficientes las medidas hasta ahora planteadas por el MAGRAMA: acceso a la financiación, agilización del pago de los seguros o el adelanto de las ayudas de la PAC.  Requerimos, por tanto, la publicación de un Real Decreto Ley con medidas adicionales, entre ellas: reposición de plantones; exenciones fiscales y reducción de módulos del IRPF; exención del IBI un ejercicio al menos; aplazamiento en los pagos de los préstamos de incorporación de jóvenes o mejora de explotaciones; ayudas excepcionales para la ganadería; activación de mecanismos oportunos para evitar posibles penalizaciones en el cobro de ayudas y regulación de los cánones de riegos por parte de las Confederaciones del Guadalquivir y Cuenca del Sur.

 

Tal y como diagnosticamos hace dos meses, la sequía ha causado estragos en nuestra provincia y se confirman los peores pronósticos para nuestros cultivos más importantes y para la cabaña ganadera. Se arruina el 100% de la producción de cereales en la zona norte, alrededor de 54.000.000 toneladas, que suponen 8.000.000 de euros en pérdidas. En el resto de la provincia se ha malogrado el 50% de la producción, alrededor de 62.500.000 kilos, con pérdidas de 10.000.000 euros. Total pérdidas en cereales: 18.000.000 de euros. La cosecha de almendro en la zona norte mermará un 70% y las pérdidas podrán alcanzar los 12.000.000 de euros. En olivar la escasez de precipitaciones durante la primavera y la falta de floración pueden provocar una caída del 40% de la producción de aceite, unos 50.000.000 de kilos de aceituna que se dejarán de recoger, con un valor estimado de 100.000.000 de euros. En girasol se dejó de sembrar ante las malas previsiones climáticas el 50% de la superficie de girasol y del 50% restante solo ha nacido la mitad. Se estima que de una cosecha normal de 2.500.000 kilos de pipas se pueden recoger solo 700.000 kilos. Las pérdidas alcanzarían los 750.000 euros. El total de pérdidas sumarían: 130.750.000 euros.

 

La situación requiere la adopción de medidas concretas y urgentes que vengan a paliar, en lo posible, los graves efectos que está causando la sequía en estos sectores agroganaderos, a través de un Real Decreto-Ley que las regule y establezca. Las ayudas planteadas hasta ahora por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA) en las reuniones periódicas de la Mesa de la Sequía, como son, el acceso a la financiación a través de la líneas preferenciales de crédito (ICO), el refuerzo de los equipos de peritación para agilizar el cobro del seguro o el adelanto de las ayudas de la PAC al 16 de octubre, son totalmente insuficientes.

 

Desde ASAJA GRANADA solicitamos a las Administraciones central y autonómica que pongan en marcha medidas adicionales y todos los mecanismos a su alcance para que los agricultores y ganaderos afectados puedan continuar con su actividad. Nuestras propuestas son:

 

1.            Medidas para la reposición de las plantaciones que se están perdiendo, fundamentalmente el almendro, recordando que la muerte del árbol por sequía no está cubierta por ninguna línea de seguros.

2.            Medidas fiscales como exención de las cuotas del IBI,  reducción de los índices y módulos del IRPF por circunstancias excepcionales para las actividades agrarias y exención durante al menos un ejercicio en el pago de las cotizaciones a la Seguridad Social de los autónomos con actividad agraria y para trabajadores por cuenta ajena empleados.

3.            Ayudas excepcionales para compra de alimentación y transporte de los animales, caso de la ganadería y la apicultura, mediante el establecimiento de préstamos oficiales blandos y, además, para el transporte de agua en las explotaciones ganaderas y autorización excepcional de alimentación alternativa para la ganadería ecológica.

4.            Aplazamiento en los pagos de los préstamos de incorporación de jóvenes y mejora de las explotaciones.

5.                  Articulación de los mecanismos oportunos para evitar posibles penalizaciones en la percepción de las diferentes ayudas al sector agrario, que pudieran derivarse directamente de la sequía

6.                  Reducción de los cánones de riegos por parte de las Confederaciones del Guadalquivir y Cuenca del Sur y que dicha reducción repercuta directamente en el precio que tiene que pagar el regante