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La Consejería de Agricultura no se puede dedicar sólo a pedir calma si no a actuar con medidas concretas, como disponer de las dosis suficientes para efectuar la vacunación

APAG EXTREMADURA ASAJA afirma que la situación  de la cabaña ganadera de nuestra región es preocupante ante la aparición a comienzos de este mes de algunos brotes de lengua azul, que se unen a la propagación en Andalucía  y comarcas limítrofes de Ciudad Real.

Precisamente choca la escasa o incluso nula respuesta que ha tenido desde que se conocieron las primeras noticias por parte de la Consejería de Agricultura del Gobierno de Extremadura, que se ha dedicado desde entonces a mandar mensajes de calma a los ganaderos pero sin ejecutar ninguna medida para frenar el desarrollo de la enfermedad.

 Por el contrario, en Andalucía ya se ha vacunado toda la cabaña y en Castilla-La Mancha disponen de dosis suficientes  para vacunar sobre las zonas restringidas.

“La situación de los ganaderos, lejos de ser de tranquilidad, comienza a ser preocupante y podría provocar en nuestra cabaña ganadera un serio problema”, denuncia Juan Metidieri, presidente de APAG EXTREMADURA ASAJA, quien anuncia que de agravarse el problema la organización agraria tomará las medidas necesarias que estén en su mano para que los responsables asuman las consecuencias de su “inoperancia”.

  La propagación de la lengua azul, como hemos advertido, parece ser inevitable debido la agudización de la enfermedad producidos por el serotipo 4, que provoca problemas como infertilidad, abortos y pérdidas en los corderos ya nacidos, lo cual se suma a las dificultades económicas de nuestras explotaciones.

Por tanto, Metidieri insta a la consejería a la mayor brevedad posible a vacunar al menos 400.000 cabezas con el fin de frenar la rápida propagación de la enfermedad antes de que las consecuencias sean irremediables