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La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) denuncia que los productores valencianos de sandía afrontan una campaña caracterizada por precios de absoluta ruina y que viene a sumarse a la situación de desastre general en la que vive inmersa la agricultura valenciana como consecuencia del impacto de la prolongada sequía y de la sucesión de crisis de mercado que afectan a la inmensa mayoría de los cultivos. Ahora le ha tocado el turno a la sandía.

AVA-ASAJA subraya que, a pesar de que la producción de sandía valenciana es entre un 20% y un 30% inferior a la de la temporada anterior, la presión a la baja sobre los precios, ejercida tanto por el comercio como por la gran distribución, se dejó sentir desde el primer momento de la camapaña. La consecuencia es que las cotizaciones que percibe el agricultor por la sandía oscilan, en función de las distintas variedades, entre 6 y 10 céntimos por kilo, cuando los costes de producción que tiene que afrontar no bajan de los 12 céntimos e incluso se aproximan a los 20 céntimos cuando es el agricultor el que asume las tareas de recolección.

“Las cuentas, lógicamente, no salen –comenta el presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado– y los productores de sandía se han visto abocados a una campaña auténticamente ruinosa que todavía podría empeorar un poco más puesto que en estos últimos días hemos visto cómo el precio de venta al público de este producto en algunos supermercados ha pasado de 45 a 39 céntimos, lo cual, con toda probabilidad, acabará repercutiendo negativamente sobre las cotizaciones en el campo”.

Otro factor que ha influido en el mal funcionamiento de la temporada es la escasa animación que ha mostrado la demanda en los mercados europeos debido al clima frío y lluvioso que ha imperado en muchos países de la Unión Europea durante las dos primeras semanas de julio. Hay que tener en cuenta que el consumo de sandía se asocia a la llegada del calor.

El cultivo de la sandía en la Comunitat Valenciana se está viendo amenazado por la evolución negativa que ha experimentado durante los últimos cuatro años. Si bien el último ejercicio resultó un poco mejor que el actual para las rentas de los productores esas últimas campañas se ha distinguido por cotizaciones pésimas que han desanimado a los agricultores a la hora apostar por este producto, hasta el punto de que en algunas zonas la superficie de cultivo de sandía ha descendido más de un 50% en los últimos tiempos.