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La explotación agraria es ante todo una empresa y, como tal, debe seguir siendo competitiva en el mercado. Por lo tanto, es necesario invertir en investigación, infraestructuras e innovaciones tecnológicas y digitales. Esta es la principal conclusión extraída del encuentro celebrado ayer en la sede de ASAJA en Madrid, entre el presidente de Confagricoltura, Massimiliano Giansanti y el presidente de Asaja, Pedro Barato.

 

 "Nuestras dos organizaciones tienen la misma visión de la agricultura, basada en la centralidad económica de las fincas que invierten, producen para el mercado y crean empleos", enfatizaron los dos presidentes.

La política agrícola de la Unión Europea debe garantizar, en primer lugar, que el sector disponga de un presupuesto adecuado y de normas que no creen distorsiones entre las empresas en función de su tamaño. Por lo tanto, ambas organizaciones se oponen al límite máximo y a la degresividad de las ayudas directas de la PAC.

Además, es preciso evitar las distorsiones en los Estados miembros manteniendo un enfoque único de las normas europeas relativas al denominado "primer pilar" de la PAC (ayudas directas y gestión del mercado).

Según los dos Presidentes, la continuidad de una política comercial valiente, capaz de abrir nuevos mercados y más atenta a las necesidades de los productos mediterráneos, es esencial a nivel europeo.

Por último, es necesaria una alianza renovada y más fuerte entre los países del sur de Europa, con vistas a relanzar y mejorar la agricultura mediterránea.

Los Presidentes de Confagricoltura y Asaja, acogieron con satisfacción los numerosos puntos de convergencia que surgieron en el debate, asumiendo un compromiso conjunto para defender la agricultura europea, reforzando su liderazgo mundial en términos de seguridad alimentaria, calidad y gestión de los recursos naturales.

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