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La Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja) de Córdoba alerta del alto riesgo de incendio que va a estar presente todo el verano, dada la “extrema sequía, y el consecuente estado en que se encuentra la vegetación de las zonas forestales, incluidas las dehesas”. Al mismo tiempo, quiere poner en valor la importante labor de los agricultores, ganaderos y los titulares de explotaciones forestales y cinegéticas que desarrollan en el día a día, “como indiscutibles aliados en la lucha contra los incendios”, por lo que insiste en la colaboración conjunta con las administraciones.

 

   El presidente de Asaja Córdoba, Ignacio Fernández de Mesa, ha manifestado que “no se puede olvidar la importantísima labor que los profesionales del sector agrario, ganadero y selvícola desempeñan a lo largo de todo el año para contribuir a que no ocurran grandes incendios cuando llega la época de peligro”. Este año, la falta de lluvias ha supuesto que los pastos y vegetación herbácea en general no se presente en grandes densidades ni con grandes portes, “pero la sequedad de la misma es extrema, y la convierte en un combustible más peligroso ante la declaración de posibles incendios”. Las especies arbóreas y arbustivas se presentan con unos niveles de humedad mínimos, que las predispone a arder con mayor virulencia.

   El pastoreo llevado a cabo en las zonas ganaderas tradicionales de la provincia hace que “en estas áreas no estemos expuestos a grandes catástrofes al estar los montes y las dehesas pastoreadas, y la carga de combustible vegetal susceptible de arder sea mínima”. Por otra parte, “los agricultores realizan importantes labores que contribuyen a lo mismo, con los laboreos, la limpieza de olivares o la realización de cortafuegos perimetrales en los rastrojos tras las siegas”. Y es que está demostrado que los olivares en ambientes de sierra, cuando están limpios, podados y desbrozados, suponen áreas cortafuegos de origen agrícola, que pararían una hipotética propagación de un incendio.    

   Del mismo modo, los titulares de explotaciones forestales y cinegéticas contribuyen a la prevención de incendios con la labor realizada a lo largo de todo el año limpiando los montes, eliminando materia vegetal a través de trabajos como desbroces, cortas de árboles para aclarar las masas, podas, etcétera.

   Asaja recuerda que la Ley 5/99 de prevención y lucha contra los incendios forestales en la Comunidad Autónoma de Andalucía recoge, entre otros muchos asuntos, la obligación que tienen todos los titulares de terrenos forestales (incluidas las dehesas) de elaborar un Plan de Prevención de Incendios y presentarlo para su aprobación ante la Consejería de Medio Ambiente. En estos planes, se recogen y detallan los cortafuegos que los propietarios se comprometen a repasar cada año, así como los puntos de agua captable, los accesos, o los carriles de las fincas. Los propietarios asumen íntegramente, cada año, los costes económicos que les supone cumplir estas exigencias ante la administración.

   Asaja contribuye a informar a todos estos profesionales de nuestro medio rural, así como a realizar infinidad de trámites como las autorizaciones para quemas, certificaciones de cortafuegos, revisiones de planes de incendios, planes de autoprotección, etcétera, de manera que esta labor también contribuye inequívocamente a la prevención de incendios.