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Considera que la gran bajada del precio del Brent de los 63,83 a los 36,85 dólares no ha repercutido en la misma medida en el precio final al consumidor, a una media de 0,743 euros/litro, y que el sector agrario no deber verse lastrado con este desequilibrio del sistema al que ya se le añade el de los bajos precios en origen y la crisis sanitaria.

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Asaja Granada lamenta que la gran bajada de precio que está experimentando el petróleo no se relacione en la misma proporción ni al mismo ritmo con la bajada en el precio final de los productos derivados, especialmente el gasóleo B para uso agrícola, que sigue estando a una media de 0,745 euros/litros en nuestra provincia, en algunas gasolineras incluso a 0,95 euros/litro, como en los momentos de mayor alza cuando el Brent estaba a 71,32 euros el barril, hace justo un año. Mientras el Brent ha bajado más de un 42,27% el precio del gasóleo B ha bajado un 21,79%.

Es inconcebible que el precio del petróleo y los carburantes descienda de un modo tan desigual, cuestión que venimos denunciando desde hace tiempo, pero la situación se ve agravada por la endémica crisis de los precios en origen y la sobrevenida crisis sanitaria por el COVID-19, en la que los agricultores y ganaderos están dando lo máximo para seguir abasteciendo de alimentos a la población.  

Esperamos del Gobierno que demuestre también su compromiso con el sector agrario y vigile y controle los precios del gasóleo B, así como de fertilizantes, plaguicidas, fungicidas y otros insumos que el campo necesita para su funcionamiento normal, no permitiendo comportamientos desequilibrantes que favorezcan solo los intereses de las compañías petroleras, y que adopte, asimismo, medidas fiscales como la aplicación de un tipo cero del Impuesto Especial de Hidrocarburos (IEH), la deducción del 35% IRPF en la factura del gasóleo y la rebaja del IVA al tipo reducido permitido por la normativa europea.


Fuente: Asaja Granada


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