La preocupación de ASAJA Córdoba por las “escasas” medidas de protección, exige que la administración española tome medidas, independientemente de las que Bruselas pudiera plantear cuando quizás sea tarde.

El Ministro de Agricultura de Francia, Stéphane Le Foll, ha cerrado fronteras a los países que no puedan demostrar que están libres de la bacteria asesina Xylella Fastidiosa. Medidas además legalmente justificadas, ya que se permiten cuando el riesgo de la introducción, y las consecuencias económicas y medioambientales de ella, puedan ser muy graves.

Desde ASAJA Córdoba se viene alertando a las distintas administraciones y a los agricultores, de los estragos que está causando la bacteria Xylella Fastidiosa en los olivares italianos, y de los que puede causar en otros países mediterráneos.

Ahora la noticia es que el Ministro de Agricultura francés, Stéphane Le Foll, ha cerrado fronteras a los países que no puedan demostrar que están libres de la bacteria, medida legalmente justificada y permitida al considerarse muy grave el riesgo de su introducción y de las consecuencias económicas y medioambientales que originaría. Y la organización agraria cordobesa plantea si Francia se juega más que España para adoptar una medida como esta.

Para ASAJA Córdoba, la situación es igual que con la mancha negra de los cítricos: que a la Comisión parece importarle poco la propagación de la bacteria Xylella Fastidiosa. Pero conviene recordar que solo de olivar en Andalucía tenemos más de 1.5 millones de has en más de 300.000 explotaciones; que genera aproximadamente 20 millones de jornales al año y supone la principal actividad económica de 350 municipios, nada más y nada menos. Todo ello sin considerar otros cultivos que podrían verse afectados, como los almendros, la viña o los cítricos.

Para la organización agraria cordobesa, en España hay dos opciones: hacer lo mismo que Francia y cerrar fronteras para disminuir la posibilidad de la entrada, o esperar de nuevo respuesta desde Europa. Desde Europa no se dejan de solicitar informes a la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), y ASAJA Córdoba no entiende por qué se pidió un segundo informe con conclusiones igual de contundentes que el primero, y que viene a intensificar más el peligro que se corre, en este caso por la ratificación de la abundancia de especies de plantas huésped de la bacteria Xylella Fastidiosa -hasta 312 por ahora-, pero el mismo informe dice que se ha de ir actualizando el listado según pasa el tiempo.

En el último informe de la EFSA de finales de marzo se indica que las importaciones de plantas a la UE, según datos consultados por los científicos, revelan que, según los flujos de comercio para 182 géneros de plantas huésped de la bacteria, más de 34 especies pertenecen a los géneros de los cuales se comercializan un millón de plantas anualmente; y que otras 61 especies pertenecen a géneros con flujos de comercio entre 100.000 y 1.000.000 de plantas, y 96 entre 10.000 y 100.000 plantas.

Recuerda ASAJA Córdoba que el año pasado ya denunció la entrada por Holanda de plantas de café con fines ornamentales infestadas, y que los flujos de comercio de estas plantas en Europa oscilan entre 1.000 y 10.000 por año.

La situación debería hacernos pensar a lo que nos enfrentamos: en Córcega recientemente se ha detectado la bacteria en olivos ornamentales en grandes superficies. En Italia hay 250.000 has bajo un cordón de protección y miles de olivos se están arrancando. A pesar de ello, ha llegado a la zona de Brindisi, saltando el cordón de seguridad que habían delimitado.

Y mientras, en la Comisión no se plantean ningún tipo de ayuda para los agricultores italianos que están teniendo que arrancar las plantaciones, lo que no ayuda a que se tomen medidas en el sur.

Con más de 300 plantas huésped, de las que seguro en Italia hay presentes muchas, la inquietud de los agricultores italianos es máxima, y hace plantear a ASAJA la necesidad de tomar medidas en España con carácter urgente. Por ello, ha solicitado a la Consejera de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía que inste al Ministerio a que actúe igual que Francia, porque aquí nos jugamos mucho y no podemos estar esperando que países del norte de Europa, en las que su conexión con la bacteria es que la planta que decora su jardín podría tenerla, tomen decisiones sobre el futuro de los olivos del sur de Europa.