Ángela Delgado, “insisteremos en nuestras reivindicaciones porque no vamos a tolerar perder lo que tanto tiempo y con tanto esfuerzo nos ha costado conseguir ”. Se ha solicitado una reunión con los diputados socialistas canarios en Madrid para abordar este asunto y el resto de los incumplimientos que afectan al sector.

 

La Asociación de Agricultores y Ganaderos de Canarias (ASAGA Canarias) está dispuesta a dar la batalla y sumarse a la movilización, prevista para el 22 de marzo, para defender la partida de ocho millones de euros, destinada a la extracción de agua de pozos y galerías así como a la desalación para riego agrícola, que está incluida en los PGE de 2018 y anclada al REF. Una medida que el Estado ha dejado sin dotación presupuestaria también para 2019 y continúa sin reconocer tras la reunión mantenida ayer con el presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo.

            Ante este panorama, manifiesta la presidenta de ASAGA Canarias, Ángela Delgado, “vamos a seguir insistiendo en nuestras reivindicaciones porque no vamos a tolerar perder unos fondos que tanto tiempo y con tanto esfuerzo nos han costado conseguir cuyo fin es abaratar el coste del agua y equiparar nuestras condiciones de producción a la de otros productores en la Península. Lo que pedimos es que se nos transfieran los ocho millones pero también que estos recursos se mantengan en el tiempo y no queden supeditados a la interpretación y voluntad de los gobiernos de turno”.

            Cabe recordar que la pasada semana, esta organización profesional agraria, junto a un grupo de agricultores, mantuvo una reunión con el subdelegado del Gobierno, Jesús Javier Plata Vera, para transmitirle la urgente necesidad de que se transfieran estos fondos. Plata mostró su predisposición a buscar una solución y subrayó que “la voluntad del Estado es solventar este asunto e instar al Ministerio correspondiente, ya sea el de Agricultura o el de Transición Ecológica, a que se desbloqueen estas ayudas”. No obstante, dejó claro que “hay que conocer los motivos técnicos u de otra índole que han paralizado su transferencia” y animó a ASAGA Canarias a seguir trabajando de manera conjunta sobre este asunto en un próxima reunión con la delegada del Gobierno en Canarias.

             La presidenta de ASAGA Canarias aprovechó la ocasión para invitar a las autoridades pertinentes a venir a Canarias para que “conozcan las dificultades de disponer de un recurso escaso, caro y limitado” cuyo coste energético representa entre un 36% y un 46% del coste total de la extracción y desalación del agua que paga un agricultor. Se añade el hecho de que este año las empresas eléctricas proponen una subida del precio de la luz en torno a un 20% para el sector. Un incremento que los productores consideran “inasumible” ya que no se puede repercutir en el precio final del producto.

            En esta línea de encuentros, ASAGA Canarias ha solicitado por carta a los diputados canarios del PSOE en Madrid una próxima reunión para abordar este asunto así como el resto de medidas destinadas a la agricultura y ganadería de Canarias que no están dotadas correctamente en los PGE de 2019, en concreto, la partida adicional del POSEI que debe contar con 23 millones de euros cuando solamente hay contemplados 15 millones para este programa de ayudas, la de los seguros agrarios a la que deben destinarse 10,5 millones o la del convenio en materia de obras hidráulicas que se queda sin dotación presupuestaria para este año.

            Actualmente el precio del agua destinada al riego en Canarias se sitúa en torno a 0,90 euros por m3, en el caso de la desalada, y de 0,56 por m3 cuando se trata de agua depurada. Estos elevados precios sitúan a los agricultores canarios en una posición de desventaja con respecto a otros productores españoles y restan competitividad, rentabilidad y accesibilidad a la actividad agrícola.

            Hay que tener en cuenta que en el Archipiélago más del 60% de la superficie de cultivo es de regadío y que los agricultores, además de tener que hacer frente a unos elevados costes de producción por la lejanía, insularidad, orografía y fragmentación del territorio, soportan la presión del sector turístico por este recurso vital.