Para realizar nuevas explotaciones ganaderas o modificar las existentes es necesario la incorporación de un plan de gestión de los estiércoles o purines que regula este decreto, cumpliendo con lo especificado en el anexo II: Evaluación de los efectos acumulativos de la aplicación de nitrógeno de origen ganadero como fertilizante.

La incorporación de dicho efecto acumulativo en los 5 km adyacentes a la explotación, sin haber dado instrucciones claras sobre que significa, como y a quien se aplica dicho anexo está generando el problema. Además, al no haber solucionado las tablas de referencia de producción, la cantidad de nitrógeno producido por plaza  ganadera y no contemplar la posibilidad de extracción de las dobles cosechas o de cultivos que sobrepasan las 210 UFN; da como resultado, en muchos casos, que las granjas o los proyectos se encuentre en zonas de saturación con impactos severos o críticos.

Tal y como define este anexo, en zonas de saturación superior del 50% supone un impacto crítico y por ello NO poder utilizar lo estiércoles y purines como fertilizantes (según el anexo II). Para poder seguir con el expediente se exige por parte de la administración una solución técnica para valorar positivamente el proyecto en el INAGA. Dicha solución (Plantas de biogás, gestores de residuos…) no son aplicables hoy en día en nuestra comunidad Autónoma y esto puede provocar, tal y como está ocurriendo, la paralización de las autorizaciones ambientales de ampliación o construcción de nuevas instalaciones ganaderas.