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A falta de unos 15 días para el comienzo de la siega en Los Vélez los herbáceos se están desarrollando de forma óptima. Buena imagen la que proporcionan en estos momentos los campos de cebada y avena de la provincia cuando faltan unos 15 días para el inicio de la siega en la comarca de Los Vélez. Según las previsiones de ASAJA-Almería, la cosecha de herbáceos en estos momentos presenta buenas perspectivas ya que la germinación y el desarrollo se ha producido de forma óptima gracias a la meteorología, puesto que las lluvias en la zona, a pesar de haber sido escasas, han caído en primavera justo cuando más se necesitaba y cuando todo hacía pensar en que se iban a producir pérdidas. “El primer trimestre del año con el incremento de temperaturas y la falta de lluvia nos hizo temer por la siembra del cereal, sin embargo, finalmente las lluvias que cayeron en abril han cambiado la situación y han permitido que contemos unas buenas previsiones en este momento”, señala José Serrano, Vicepresidente de ASAJA y Delegado en la comarca de Los Vélez.

 


Respecto a la superficie de cereal en la provincia, apenas sufre variaciones respecto al año anterior si bien hay que señalar que el cultivo está atravesando un ligero descenso a favor de otros cultivos como el almendro, que proporcionan mayor rentabilidad. “Lidiar con el cultivo de cereal en la provincia es difícil ya que las lluvias suelen escasear y venimos de unos 5 años en los que apenas ha habido cosecha, con excepción del año pasado, por este motivo y aunque de forma lenta, la superficie va disminuyendo porque la rentabilidad de este producto es escasa y el mercado muy cambiante”.

 
La climatología en la zona  provoca que generalmente los rendimientos por hectárea no suelan ser muy elevados, rondando los 2.000 kg por hectárea, y, según las primeras estimaciones de ASAJA, este año serían similares a las del año anterior,que fue una muy buena cosecha de cereal, pudiendo llegar a los 3.000 kg/ha.

En el resto del país según la sectorial de cereales de ASAJA estima que  la cosecha de cereales de invierno de este año sufrirá una reducción de más de 4 millones de toneladas. Esto supone un severo recorte en los datos de producción respecto a los tres últimos años cuando se alcanzaron los 16,8 millones de toneladas de media. Fundamentalmente la sequía, aunque también  los daños derivados de las plagas de conejos y las malas hierbas, han diezmado de forma importante la cosecha de este año.     
 
Según los cálculos de ASAJA, la cosecha nacional de cereales se verá reducida en un 37 % respecto a la cosecha recogida en 2018. Por cultivos, se espera una producción de 4,2 millones de toneladas en trigo blando; 815.000 toneladas en trigo duro; 6 millones de toneladas en cebada; 807.000 toneladas de avena; 160.000 toneladas de centeno y 425.000 toneladas de triticale. (Según datos recogidos en el cuadro de más abajo).

Por zonas productoras,  la zona sur de Castilla y León y de Navarra, y las comunidades de  Aragón  y Madrid son las más afectadas, así como algunas zonas de las provincias de Málaga y Toledo. Le siguen en menor proporción de daños el resto de Castilla – La Mancha, Extremadura y Andalucía. 

En líneas generales se trata de una campaña de producción media-baja, según las zonas, debido a una sementera con escasez de precipitaciones lo que provocó una nascencia deficiente, un invierno muy seco, con pocas reservas para los cultivos, y una primavera escasa en precipitaciones.

Otro problema añadido son los cuantiosos daños registrados como consecuencia de la fauna silvestre, conejos fundamentalmente aunque también corzos, jabalíes y avutardas que han diezmado la cosecha y que están provocando el abandono del cultivo cerealista en algunas zonas. La proliferación de malas hierbas debido a la prohibición  en el uso de fitosanitarios  en las superficies SIE (Superficies de Interés Ecológico) están provocando que muchos agricultores dediquen estas parcelas a barbechos. 

La principal preocupación de esta sectorial sigue siendo el capítulo de los precios que se encuentran en los mismos niveles de hace 25 años, con unos costes de producción muy elevados. Esto está provocando el cambio de cultivo hacia los cultivos leñosos en zonas tradicionalmente cereales. Esta circunstancia es especialmente grave ya que somos un país deficitario en cereales pienso y dependemos de las importaciones de países terceros.